El pan francés es el que más se encareció en agosto pasado, de acuerdo al Índice General de Precios al Consumidor (IPC). Un resultado ya advertido por los panificadores ante el incremento en las harinas y quienes alertan estar al borde del cierre.

El IPC mide los cambios de precios de un mes a otro de una canasta de bienes y servicios que los salvadoreños utilizan para satisfacer sus necesidades, incluye desde el costo de los alimentos hasta cuánto se puede pagar por salud o recreación. Este indicador es elaborado aún por la disuelta Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), quien este lunes actualizó los resultados para agosto pasado.

La cadena de alimentos y bebidas no alcohólicas reportó el principal aumento en el IPC, impulsada sobre todo por el precio del pan francés, la tortilla y la sandía.

También hubo alzas en el valor del polvo de lavar o detergente, así como en los servicios que presta un albañil.

Contrario a esos incrementos, el IPC revela que hubo bajas significativas en la papa, huevo de gallinas, güisquil, chile verde y aguacate, alimentos que en los meses anteriores habían subido de precio.

El incremento en el pan fue advertido por la Mesa Nacional de Panificadores de El Salvador (Menapaes), quien hace dos semanas confirmó a Diario El Mundo que este 2022 alrededor de 100 pequeñas panaderías han cerrado porque no pueden costear los altos costos.

Esta crisis ha empujado a que los panificadores recurran más a los subsidios del gas propano que el Ministerio de Economía (Minec) otorga para pequeños negocios a través de un descuento en la venta de los cilindros. Los datos indican que en enero pasado había 1,195 panaderías inscritas en el patrón de la subvención, pero para agosto pasado aumentaron a 1,515.

También hubo bajas en algunos alimentos como la papa y el huevo de gallina durante agosto. / DEM
También hubo bajas en algunos alimentos como la papa y el huevo de gallina durante agosto. / DEM

Canasta vuelve a romper récord.

En agosto, tanto los salvadoreños que viven en la zona rural como en la urbana pagaron más por los alimentos, ya que la canasta básica se anotó un nuevo incremento y volvió a superar el precio más alto de los 20 años.

La canasta básica alimentaria (CBA) es la ingesta de caloría mínima necesaria para que un salvadoreño pueda realizar un trabajo. Se calcula a partir del precio de una ración diaria de varios productos -como carnes, verduras, frutas-, así como el costo de cocción.

Es un indicador clave en los países porque se utiliza para medir a las personas que están en la línea de pobreza. Los alimentos comenzaron a subir en 2021 por la crisis logística mundial que generaba retrasos en insumos, sin embargo, cuando estalló el conflicto en Ucrania en febrero, los precios de todos los productos se dispararon, principalmente de cereales y del petróleo.

Las estadísticas revelan que en la zona urbana hubo un aumento de $0.24 contra julio y la canasta básica alimentaria se colocó en $238.95 en agosto. El alza llega a $25.52 si se compara con enero pasado o $34.2 frente al mismo mes del 2021.

El incremento es más marcado en la zona rural de hasta $1.4. La Digestyc reporta que la CBA llegó a $179.47 en agosto pasado, unos $22.34 más cara que a inicios del año y $31.38 por arriba de lo que se pagó en agosto del 2021.