Una señora camina con comprados en el centro de San Salvador. El país se encuentra en cuarentena domiciliar desde el 21 de marzo pasado, limitando el transporte público y circulación de personas. /DEM


El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este jueves la aprobación de un crédito de $250 millones para que El Salvador haga frente a los efectos sanitarios y económicos derivados de la pandemia.

El crédito se estructura bajo la modalidad de Financiamiento Especial para el Desarrollo, sus fondos tendrán por destino el fondeo de las medidas para contener la crisis sanitaria, mitigar el impacto en los hogares vulnerables y promover políticas anticíclicas para reducir el efecto en la economía.

El Salvador se encuentra en proceso de recesión debido a la paralización del tejido productivo, además de una caída en las remesas y las exportaciones, dos sectores claves para mantener la economía nacional. La estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) es una contracción del 5.4 %, mientras que se espera que los ingresos tributarios –principal fuente financiamiento del Gobierno- se desplomen hasta $1,000 millones.

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El BID aseguró que el crédito contempla un compromiso por parte de las autoridades salvadoreñas para reducir el déficit fiscal que según estimaciones del Ministerio de Hacienda podría rondar el 9 % del Producto Interno Bruto (PIB). También hay un acuerdo para focalizar la inversión pública en áreas de alta relevancia para la reactivación económica y mantener así una economía competitiva y transparente.

“Los efectos de la pandemia en las finanzas públicas, en particular el monto importante de endeudamiento requerido para atender la emergencia, requerirán de medidas decisivas en el mediano plazo para proteger la estabilidad macroeconómica”, indicó el BID en un comunicado. De esa forma, aseguró la institución financiera, el crédito también incluye un compromiso del Gobierno salvadoreño de implementar medidas en el mediano plazo orientadas a disminuir la deuda pública en línea con la Ley de Responsabilidad Fiscal.

El crédito otorgador por el BID tiene un plazo de amortización de siete años, más un período de gracia de tres años a una tasa de interés basada en el cambio de la London Interbank Offered Rate (Libor).

La semana pasada, César Falconi, representante del BID en El Salvador, aseguró que la institución trabaja en la autorización de cinco préstamos por un total de $790 millones para la economía salvadoreña. Entre estos instrumentos, se contemplan $250 millones del programa de emergencia para la sostenibilidad macroeconómica y fiscal; $250 millones para el programa de fortalecimiento de la política pública; $50 millones en respuesta inmediata para la salud pública; $20 millones de redireccionamiento del programa de salud; $200 millones son para el programa de acceso al crédito de la mipyme; y $20 millones para el programa global de crédito de la mipyme.

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