Más de 1,100 caficultores participarán de un programa millonario para aumentar la producción en las cordilleras cafetaleras de Cacahuatique y Alotepec-Metapán, dos regiones clave en el cultivo de café diferenciado.

El proyecto “Vivicafé: Incremento del valor agregado y valorización del café de El Salvador” se ejecutará en los próximos dos años con un financiamiento aportado por la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo, por $5.1 millones.

El programa contempla la participación directa 1,100 productores y se beneficiarán a 4,000 personas vinculadas a la actividad cafetalera de las cordilleras Alotepec-Metapán que abarca los departamentos de Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate, y Cacahuatique en Morazán.

Las dos regiones representan el 7 % de la producción nacional, pero también reúnen la mayor cantidad de pequeños productores vulnerables a las variaciones climáticas, que afectan directamente a la cadena productiva, destacó Karla García, gerente del Consejo Salvadoreño del Café (CSC), durante el lanzamiento del programa en Chalatenango, el pasado viernes.

De la cosecha 2021-2022, la región Alotepec-Metapán aportó 23,728 quintales de café que equivalen al 3 % de la producción total, mientras que Cacahuatique representó el 4 % con 27,682 quintales.

Un empuje al pulmón ambiental.

El parque cafetalero se considera el pulmón ambiental de El Salvador porque retiene aguas lluvias, que luego se descargan en los ríos. Se calcula que en las seis cordilleras hay entre 15,000 y 20,000 fincas, que albergan más de 4,000 plantas de café y árboles de sombra.

En ese sentido, el proyecto incluye la renovación de fincas cafetaleras de pequeños productores, asistencia técnica y la entrega de insumos necesarios como fertilizantes y fungicidas, además de la creación de viveros para la reproducción de cafetos, detalló Edoardo Pucci, embajador de Italia en El Salvador.

El proyecto se ejecutará en tres fases. El primer componente tiene un presupuesto de $1.16 millones para apoyar en la renovación de 320 manzanas de cultivos, pertenecientes a 800 productores que recibirán insumos y asistencia técnica de buenas prácticas.

Luego, el segundo componente contempla un presupuesto de $2.7 millones para apoyar a los caficultores en darle un valor agregado al café en la post cosecha. Se incluye la elaboración de un plan de sostenibilidad y diseño de laboratorios de control de calidad, dotación de beneficios húmedos ecológicos y camas africanas para el secado, así como equipo de tostadura, molinos y selladoras.

Cerca de $1 millón se invertirá en el tercer componente enfocado más en la comercialización del grano.

Para esto, se tiene previsto realizar competencias de calidad entre las regiones, promoción del café salvadoreño en mercados internacionales, gestionar tres tostadoras y empacadoras para laboratorios del CSC y realizar un certamen de Taza de Excelencia.