Los productores de lácteos del país están a la expectativa de que el Presidente de la República, Nayib Bukele, sancione (apruebe) la recién creada Ley para la adquisición y consumo de leche fluida y sus derivados.


Alfonso Escobar, presidente de la de Asociación de Productores de Leche de El Salvador (ProLeche), dijo que su implementación será positiva para el sector ya que permitirá sustituir importaciones y generar una mayor derrama en la cadena del sector ganadero, en la economía y la recaudación de tributos.


El sector, dijo, es afectado por el desplazamiento paulatino por las importaciones, las que incluso alcanzan al sistema hospitalario nacional.


Según el artículo 13 del nuevo cuerpo legal, “cuando las instituciones del Gobierno Central, instituciones descentralizadas, empresas públicas así como municipalidades o cualquier otra sociedad de economía mixta y entidades privadas que manejen recursos públicos requieran adquirir leche fluida y sus derivados, deberán comprar a los productores nacionales”.


Escobar dice que abriendo esa cuota -y revisando que lo que viene de fuera correctamente-, se favorece al que entrega y se genera un encadenamiento.


“Toda esa leche que puede irse a las instituciones de Gobierno vienen a ayudar no solo al que entrega directamente, sino a todos los que están alrededor. Así funciona el mercado, cuando usted mete producto desplaza gente, pero cuando saca, de alguna manera, ayuda a que otros produzcan y tienen la oportunidad de vender y si son nacionales a nosotros nos interesa”, dijo.


El líder gremial puso como ejemplo que la leche que se compra para los hospitales nacionales es de Costa Rica, las que en varios casos ganan los contratos al ofrecer precios más competitivos, esto en parte a la escala de industrias como la de dicho país.


Escobar cree que incentivos como los que plantea la nueva ley no deben verse como un un gasto, ya que estas compras se traducirán en inversión y más empleo para el sector. “Al generar trabajo se genera pago de impuestos, es gente que no necesita se apoyos, que tiene un trabajo digno y donde el Gobierno no tiene que gastar para sacarlos de la pobreza”, añadió, al tiempo que refirió que la producción local tiene igual calidad que la extranjera.



Crece importación.


Según el registro de comercio exterior del Banco Central de Reserva (BCR) El Salvador experimenta un constante crecimiento en la importación de lácteos y derivados.


Solo entre 2019 y 2020 el volumen total de las importaciones pasó de 40 millones de kilogramos a 48.2 millones, las que en buena medida de derivados que proceden de granjas y fábricas productoras de Nicaragua.


Según datos de la Sieca, cerca del 90 % del total de las exportaciones de lácteos de Nicaragua son para El Salvador. El sector local reclama además la rigurosidad de los controles sanitarios.











Los productores de lácteos buscan que haya más rigor en las inspecciones a las importaciones de productos lácteos, en particular a los que llegan de Nicaragua.