El sector más afectado es el arrocero por el ingreso de productos, así como pérdidas ante fenómenos climáticos.


El Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR) ha ocasionado el desplazamiento de más de 36,000 puestos de trabajo del sector agrícola por la liberación arancelaria, revela una investigación del Banco Central de Reserva (BCR).

El estudio sobre las implicaciones económicas del proceso de desgravación arancelaria del CAFTA-DR sobre la agroindustria de El Salvador, la primera presentada este 2021 por la Red de Investigadores del BCR, revela que el sector agropecuario es el menos favorecido con las medidas que incluye el CAFTA-DR y su mayor impacto se observa en la producción de granos básicos.

El CAFTA-DR inició en 2006 y contempla una degradación arancelaria gradual a cero desde la entrada en vigencia hasta 2025. El sector industrial alcanzó la liberación total en 2016, mientras que el agro aún tiene pendiente un 3.6 % desde el lado de El Salvador y 4.3 % en lo respectivo a Estados Unidos.

A partir de una medición del efecto en el empleo y en la productividad, se encontró que la degradación arancelaria implica un desplazamiento del empleo en el sector agrícola de más de 36,000 puestos de trabajo, indicó Flor Alas, economista y encargada de la investigación del BCR.

La economista detalló que unos 25,486 empleos se han desplazado entre 2006 y 2019, y otros 10,009 serán afectados de 2020 a 2025. “Representa un porcentaje bajo en término de un año, pero son 36,000 puestos de trabajo que no se crearon”, manifestó Alas.



El rubro más afectado es el cultivo de cereales, legumbres y oleaginosas, quien sufriría un desplazamiento superior a los 30,400 empleos en los 19 años que dure el proceso de degradación arancelaria.

La cría de aves de corral y producción de huevos perdería más de 2,800 empleos, mientras que la crianza de ganado, bovino y producción de leche cruda tiene un desplazamiento de 481 puestos de trabajo, y otros 2,600 en cría de ganado porcino.

Si bien el sector avícola tiene un posicionamiento de marca en el mercado local y fortaleza en sus encadenamientos, sumó Alas, le es difícil competir con los bajos precios de los productos importados.

¿Hay beneficios?


La economista y encargada de la investigación del BCR explicó que una evaluación del CAFTA-DR debe considerar factores previos a la firma del tratado como la finalización de la guerra civil, creación de zonas francas y el acuerdo textil y de vestuario, y también debe contemplar acontecimientos posteriores a su entrada en vigencia tal cual la crisis económica de 2008 y el incremento del precio del petróleo.

El acuerdo de textil y vestuario que finalizó antes de la vigencia del CAFTA-DR permitía que economías textileras, como China, pudieran ingresar a Estados Unidos con libre acceso, mientras que el resto de países disminuyeron su participación en las exportaciones.







El Salvador tiene 11 tratados comerciales, pero el más importantes el CAFTA-RD. Ocho son tratados de libre comercio, dos de libre asociación y tres de alcance parcial.

Con el CAFTA se permitió el ingreso preferencial de productos de vestuario y textiles, cuya industria en El Salvador “vio al tratado de libre comercio como su tabla de salvación y es uno de los grandes beneficios que tuvo”, sumó Alas.

La economista destacó también que, una vez se liberen los contingentes, se podrá importar sin restricciones. Esto beneficiará al sector importador y a los consumidores por una disminución “relativa” de los precios.

Sectores agrícolas, los más afectados


El ingreso de productos a precios más bajos ha ocasionado que los agricultores nacionales no puedan competir. Esto se refleja en pérdida de competitividad y empleos.

  1. Avícola: La investigación del BCR destaca que el sector avícola tiene posicionamiento de marca en el mercado local y fortalezas en sus encadenamientos. Sin embargo, le es difícil competir con los bajos precios importados.

  2. Porcino: En 2020 se inauguró el rastro de más alto nivel en la región centroamericana y eso le permite al sector solventar el eslabón de la cadena de producción. El reto es obtener una certificación de Estados Unidos.

  3. Lácteos: Por años, el sector se ha quejado del exceso de productos importados de Nicaragua y Honduras, y ahora debe enfrentarse a más lácteos por la degradación. El BCR destaca, por su lado, que tiene oportunidad en el mercado nostálgico.

  4. Arroz: El BCR destaca que El Salvador y Centroamérica son deficitarios de arroz y los productores de este rubro son los más afectados por la degradación comercial. Además, deben enfrentarse a los fenómenos climáticos que afectan a la región.