Un alto nivel de deuda que podría alcanzar hasta el 90 % del Producto Interno Bruto (PIB), falta de claridad de gastos públicos, la inexistencia de un plan de reapertura económica, y la alta polarización política hacen la tormenta perfecta para que El Salvador se encamine a una crisis de liquidez, advirtieron economistas.

Ayer, circuló en redes una nota sobre las advertencias de la agencia Fitch Ratings respecto al deterioro del perfil crediticio de El Salvador por el limitado espacio fiscal ante la crisis por el Covid-19. Sin embargo, economistas consultados por Diario El Mundo advirtieron que más que un riesgo de impago (es decir, que el Gobierno no pueda pagar deuda), el Ejecutivo se enfrenta por hoy a serios problemas de liquidez.

“El panorama general apunta a que el Gobierno ya está atravesando problemas de liquidez en sus finanzas”, indicó Rommel Rodríguez, economista de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), al recordar que el Estado recibe principalmente ingresos de la actividad económica y que si no opera “se está estrangulando el aparato recaudador y hay menos recursos”.

La caída en los ingresos tributarios podría compensarse con el ingreso de los préstamos que el Gobierno negocia con multilaterales del paquete de deuda por $2,000 millones que le aprobó la Asamblea Legislativa en marzo. Nelson Fuentes, ministro de Hacienda, advertía la semana pasada que sin el crédito por $389 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) “prácticamente el Estado puede entrar en crisis”.

Hacienda también negocia más préstamos con organismos financieros, recursos que deben de pasar por aprobación de la Asamblea Legislativa. “Si eso no lo logran, realmente esto es una bomba de tiempo”, enfatizó Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).

“Sumado a la crisis económica, sumado a la crisis sanitaria, quizá la más rápida de las crisis que vamos a ver es una crisis de liquidez”, indicó el economista. “La situación es sumamente complicada y me da la sensación de que la clase política no ha dimensional porque se ha perdido mucho tiempo para buscar los fondos”, sumó.



Deuda local

Para mitigar la falta de recursos y financiar el presupuesto de 2020, el Ministerio de Hacienda ha recurrido a deuda local a través de la emisión de Certificados del Tesoro (Cetes) y Letras del Tesoro (Letes), consideradas la “tarjeta de crédito” del Gobierno para obtener financiamiento. El saldo de Letes alcanzó $1,481.3 millones en marzo, casi al máximo permitido por ley respecto al 30 % de los ingresos.

Para el economista Luis Membreño, el Gobierno ha podido conseguir suficientes recursos con la reserva de liquidez del sistema financiero nacional con la emisión de Letes y Cetes, además de contar con el préstamo del FMI. Asimismo, se buscan $550 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se negocian $200 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

“Creo que el problema de liquidez no existe en este momento. Hay suficientes recursos, lo único que requiere el Gobierno es ser proactivo y más rápido para presentarle a la Asamblea Legislativa los préstamos que se negocian y la ejecución”, indicó.

Pedro Argumedo, de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico (Fusades), enfatizó que en la medida que el Gobierno no presente un informe completo de gastos durante la pandemia y se defina un plan de cómo pagará la deuda pública, se limitará el acceso a financiamiento.

“Para contener esta creciente pobreza, el desempleo y quiebre de empresas, lo último que nos falta es que quiebren las finanzas. Están en ese proceso porque las empresas están quebrando, necesitamos ordenar la casa”, comentó.