Cada 3 de mayo celebramos el día dedicado a la Libertad de Prensa, establecido por Naciones Unidas desde 1993 con la idea de “fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”.

Se trata de un momento de reflexión para evaluar la libertad de prensa a nivel mundial, los ataques que reciben los medios y periodistas sobre su independencia para informar y también para recordar a aquellos comunicadores que han ofrendado su vida en este noble oficio.

Varias organizaciones como Reporteros Sin Fronteras, la Sociedad Interamericana de Prensa y otras han hecho balances respecto a la libertad de prensa y la situación es preocupante, pues ha empeorado en los últimos años. Lamentablemente en El Salvador no estamos exentos de esta problemática. Se ha vuelto usual que medios y periodistas sean objeto de ataques verbales de parte de políticos y funcionarios.

La libertad de prensa permite que haya opciones de pensamiento y expresión plurales en una sociedad, es un sinónimo de tolerancia e inclusión. Pero también es otro deber de los medios ser vigilantes, fiscalizadores del poder y es ahí donde se crea el conflicto para muchos.

No hay sociedad libre y democrática sin medios libres e independientes. La historia salvadoreña ha probado que han sido los medios los que han estado siempre a favor de la ciudadanía, denunciando oportunamente los hechos que la perjudican. Hay mucho que mejorar y exigir en cuanto a este derecho inalienable que es fundamental para una sociedad libre y democrática.