Ucrania era considerada el granero de Europa, un país vital para la producción y exportación de cereales, evidentemente la invasión rusa ha afectado a los agricultores, pero además, a la destrucción de las tierras agrícolas, los invasores rusos le han sumado el bloqueo de los puertos ucranianos del Mar Negro.
Antes de la guerra, Ucrania exportaba hasta 6 millones de toneladas de cereales al mes, una cifra que se ha reducido drásticamente. Un funcionario de la ONU especializado en alimentación decía el viernes que casi 25 millones de toneladas de cereales están atascados en Ucrania y no pueden salir del país. Eso podría provocar escasez de alimentos en Europa -que al final podrá comprarlos más caros en otros destinos- pero también en el Norte de África y eso podría generar otros problemas mayores.
Todo esto va a generar una alza generalizada de alimentos a nivel mundial y los peores pronósticos apuntan a una hambruna en países más vulnerables en un par de años, si la invasión rusa continúa o se extiende a otros países vecinos. Todo esto puede seguir disparando la inflación que ya de por sí, es demasiado para naciones como Estados Unidos pero también para pequeñas naciones como El Salvador donde los alimentos ya han subido notablemente.