El proyecto comenzó a construirse a finales de 2018 e iniciará operaciones a finales de 2021. / Cortesía EDP


Energía del Pacífico (EDP) anunció ayer el cierre de su proceso de financiamiento para la construcción de la primera planta de gas natural licuado (GNL) en Acajutla, Sonsonate, un proyecto que requerirá más de $1,000 millones y que se constituye como la inversión privada más grande de El Salvador.

La planta de gas natural tendrá una capacidad para generar 378 megavatios (MW), más de los 355 MW acordaros en la licitación que promovió en 2013 el Gobierno y las distribuidoras de electricidad a través de DELSUR. Quantum GLU -que luego constituyó a la empresa EDP- ganó el concurso; ahora EDP es una sociedad compuesta por la salvadoreña Quantum Energy y la estadounidense Invenergy LLC.

“EDP es un proyecto transformador para El Salvador y la región entera. Es un brillante ejemplo de las grandes oportunidades que se pueden crear superando los obstáculos cuando las iniciativas privadas gozan del apoyo de los gobiernos”, indicó Michael Polsky, fundador y director ejecutivo de Invenergy.

En un principio se calculó que este proyecto costaría $800 millones, pero tras una serie de permisos y contingencias presupuestarias el nuevo costo ascendería los $1,000 millones. La planta de EDP abastecerá el 30 % de la demanda nacional de energía eléctrica y utilizará gas natural que suministrará Shell International Trading Middle East Limited.

Este proyecto se financia con un 30 % por aportes de los accionistas y 70 % de financieras internacionales. Entre las instituciones prestamistas está la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés y antes conocida como OPIC), la Corporación Financiera Internacional (IFC, en inglés), la institución del sector privado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Invest), Finnish Export Credit Ltd y la subsidiaria del banco alemán KfW IPEX-Bank.

Esta planta ambién contará con su unidad de almacenamiento y regasificación flotante (el FSRU) y una línea de transmisión de 44 kilómetros desde la central térmica de la planta de gas, en Acajutla, hasta la subestación que la Empresa Transmisora de El Salvador (Etesal) posee en Ahuachapán.