DEM


Eduardo Rinquén, de 51 años de edad, observabó uno a unos los stands que informaban sobre los perfiles que buscaban las compañías para sus posibles futuros empleados.

A su lado, su hijo de 14 años le sugería aplicar a una plaza como motorista, ya que era el trabajo que había hecho por muchos años.

Rinquén comentó que ha estado por más de 20 años desempleado, sin cotizar a ninguna cobertura de salud o pensión. “Me he estado moviendo en el comercio informal y en algunas ocasiones haciendo viajes en mi vehículo a personas que sean cercanas a donde yo vivo”, indicó .

Aseguró haber ido a muchas compañías a dejar currículos y, hasta el momento, nadie le llamó. Uno de sus obstáculos, agregó, es no tener una buena educación, pues solo cuenta con noveno grado. Las empresas “buscan jóvenes porque quieren pagarle menos y no a nosotros por nuestros conocimiento”.