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El gobierno del presidente Donal Trump ha suministrado fármacos psicotrópicos a cientos de niños migrantes bajo su custodia, información que ha salido a la luz durante un testimonio en el Congreso, informó la cadena Telemundo.


Durante la audiencia legislativa, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) admitió que uno de cada 30 niños estaba recibiendo antidepresivos, medicamentos que según la Asociación Americana de Psicología (APA) alteran el comportamiento y el humor mediante estímulos químicos en el cerebro.


En muchos de los casos, no está claro que haya habido consentimiento de los padres para el tratamiento.


En concreto, los funcionarios mencionaron los antidepresivos Prozac, Zoloft y Lexapro que, según la APA, pertenecen a la rama de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI). Estos fármacos han demostrado eficacia en el tratamiento de la depresión y la ansiedad, los ataques de pánico y los desórdenes obsesivos compulsivos, indica la APA.


Durante la audiencia, cuyo tema principal fueron los efectos de la detención prolongada en la salud mental de los niños, la asistente del inspector general del HHS, Ann Maxwell, dijo que ignoraba cuántos de esos niños habían llegado al país con prescripciones médicas preexistentes.


“No tenemos esos datos específicos”, dijo Maxwell. La funcionaria confirmó que uno de cada 30 niños en 45 instalaciones que inspeccionaron consumen los medicamentos, lo que equivale a unos 300 menores de edad en total.


Los fármacos citados están siendo utilizados para tratar trastornos como la ansiedad, la depresión, los ataques de pánico, las ideas suicidas, el estrés postraumático y el insomnio, según el reporte del HHS.


El reporte también descubrió que entre más tiempo pasan los niños en estos albergues, mientras los funcionarios encargados de sus casos trabajan por reubicarlos con sus familiares sanguíneos o de acogida, más probable es que se depriman o desarrollen ansiedad.


Hasta julio había unos 10.000 niños en albergues de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, donde este abril pasaron en promedio 48 días en detención, mientras en noviembre de 2018, fue de 93 días.


Esta medida fue aplicada en clara violación del Acuerdo Flores, un convenio judicial que limitaba la detención de familias y menores migrantes por 20 días, que Trump rescindió este agosto.


Es posible que algunos de estos menores de edad hayan recibido los medicamentos en contra de su voluntad.


Una demanda contra el albergue Shiloh en Houston acusa al Gobierno de haberles inyectado fármacos a niños en contra de su voluntad y bajo la amenaza de no entregarlos a sus familias a menos de que las recibieran.


A pregunta expresa de la representante Lucille Roybard Allard el miércoles, el funcionario de HHS, Jonathan White , dijo que los niños dejaban de recibir la atención médica cuando eran entregados a sus familias, a pesar de que cortar los antidepresivos de tajo podría ser altamente perjudicial, según los especialistas de la Escuela de Medicina de Harvard.