La Administración del presidente Donald Trump ha ampliado la implementación de un programa diseñado para acelerar la deportación de migrantes solicitantes de asilo en la región más transitada de la frontera, según reportes de la cadena CBS.


La Revisión expedita de la solicitud de asilo (PACR, en inglés) había estado funcionando como un programa piloto en El Paso, Texas, donde unos 1,000 migrantes fueron deportados a raíz de su implementación en 2019. A inicios de diciembre fue ampliado a la región del valle del río Grande, en Texas.


Un portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) confirmó a CBS que la expansión inició el martes, y que esta política ya no está en la fase piloto.


A finales de octubre, el comisionado adjunto de CBP Robert Pérez dijo que “varias docenas” de solicitantes de asilo habían sido objeto de la política.


La cadena Telemundo dice que activistas y abogados defensores de los derechos de los migrantes han criticado la medida, alegando que niega a los solicitantes de asilo el derecho al debido proceso, restringe su derecho a ver a un abogado y, en consecuencia, los condena a ser deportados.


La Asociación Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) presentó una demanda contra el programa en diciembre, calificando los centros de detención de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, en inglés), a donde son enviados los migrantes sujetos a este programa, como “un hoyo negro en materia legal”.


¿Cómo se aplica la deportación acelerada?


Antes de la implementación de PACR en El Paso, y ahora en el valle de río Grande, los migrantes bajo custodia de la CBP que no eran sujetos de ser enviados a México a esperar por sus casos de asilo (bajo los Protocolos de Protección al Migrante) eran enviados a otra agencia gubernamental (ICE), donde un oficial de asilo practicaba una entrevista de miedo creíble.


Con el nuevo programa, la entrevista es conducida por oficiales de la CBP en sus propias instalaciones. Esto cambia el proceso en dos aspectos cruciales según analistas en migración: Los migrantes no tienen acceso a abogados, y la entrevista es más difícil de pasar.


Esto se debe a que los migrantes que pasaron por otro país (como México) en su ruta hacia EE.UU. ya no son elegibles para solicitar asilo desde el 16 de julio, según una regla que la Corte Suprema ha permitido, mientras su legalidad se discute en las cortes menores.


Entonces, los migrantes sujetos al programa PACR ya no pueden solicitar asilo en el sentido tradicional del término. Sin embargo, hay otras protecciones que pueden invocar, aunque son más difíciles de conseguir.


Bajo la convención contra la tortura de la Organización de las Naciones Unidas, los migrantes pueden recibir protección de la deportación tras pasar una entrevista más rigurosa que la del asilo por miedo creíble. Además, no son elegibles para la ciudadanía, a diferencia de los asilados. Otra opción es pedir a la corte que detenga su remoción.


Activistas han señalado al medio citado que algunos migrantes bajo el programa de deportación acelerada fueron expulsados del país tan sólo en dos semanas, en comparación con el proceso de meses o incluso años que puede tomar un caso de asilo.