La frontera entre Estados Unidos, Canadá y México cerrarán para todos los viajes no esenciales, en el marco de la lucha contra la propagación del nuevo coronavirus, anunció este viernes la embajada de Estados Unidos.

"Estados Unidos ha alcanzado acuerdos mutuos con Canadá y México para restringir los viajes no esenciales a través de nuestras fronteras norte y sur", reza el comunicado de la embajada estadounidense.

Los viajes “no esenciales” incluyen aquellos que se consideran de índole turística o recreativa, además de cruces migratorios.

"Como parte de este acuerdo, las personas que ingresen ilegalmente a los Estados Unidos serán expulsadas rápidamente, ya que las instalaciones en las que normalmente serían ubicados los inmigrantes ilegales no tienen la capacidad apropiada para albergarlos el tiempo de cuarentena requerido", explica.

La medida entrará en vigor este viernes a la media noche y durará 30 días.

"La Embajada de los Estados Unidos en San Salvador insta a todas las personas que podrían estar considerándolo que se abstengan de emprender un viaje en vano hacia la frontera sur de EE.UU. Este viaje se ha hecho aún más peligroso, dada la actual pandemia global de COVID-19", señala la embajada.

El cierre no afectará al "comercio legal", precisó el secretario de Seguridad Nacional, Chad Wolf. "Las actividades comerciales esenciales no se verán afectadas" ni en la frontera mexicana ni en la canadiense, añadió.

A diferencia de la prohibición de entrada de viajeros extranjeros procedentes de Europa, que sorprendió a la Unión Europea, el presidente estadounidense, Donald Trump, insistió en el carácter coordinado de estas medidas en Norteamérica.

"Tratamos las dos fronteras", norte y sur, "de la misma forma", añadió.

Trump consideró que había que limitar "las migraciones globales masivas" debido al coronavirus.

"En tiempos normales, esos flujos masivos ya representan un enorme peso para nuestro sistema de salud", dijo el multimillonario republicano, que convirtió la lucha contra la inmigración en una de sus prioridades.

"Pero, durante una pandemia mundial podrían tener el efecto de un tornado que propagaría la infección en nuestros agentes en las fronteras, los migrantes y los estadounidenses en general", añadió el presidente.

"Sin restricciones, esto paralizaría nuestro sistema migratorio, hundiría nuestro sistema de salud y pondría nuestro sistema nacional en peligro".