Protesta contra acuerdo migratorio. Archivo DEM


La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, comenzó el miércoles a implementar el acuerdo migratorio alcanzado en junio con Guatemala, según el cual el país centroamericano se convertirá en el tercer país seguro y acogerá a solicitantes de asilo principalmente hondureños y salvadoreños mientras se resuelven sus trámites en el estado norteamericano.

En principio, el programa será aplicado únicamente en el control de la Patrulla Fronteriza estadounidense de la localidad de El Paso, en el estado de Texas, y la primera fase tendrá como objetivo adultos provenientes de Honduras y El Salvador, según fuentes cercanas al asunto.

La meta de las autoridades es lograr que sean procesados en un periodo de 72 horas en la frontera entre Estados Unidos y México. Según el diario guatemalteco 'Prensa Libre', es cuestión de días que los migrantes comiencen a llegar al país centroamericano.

El secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, ya había indicado recientemente a la agencia de noticias Reuters que el acuerdo con Guatemala sería implementado "muy pronto".

Así, Wolf señaló que Guatemala ya estaba preparando los centros de recepción de migrantes y afirmó que los dos países estaban trabajando en un plan de implementación al respecto.

Con la publicación del acuerdo firmado con Guatemala en el Registro Federal el pasado 19 de noviembre, muchos consideran que el pacto será puesto en marcha cuanto antes.

El periódico estadounidense 'The Wall Street Journal' ha informado de que el texto ya se encuentra vigente tras su publicación en el Registro, por lo que la implementación podría tener lugar esta semana.

Este acuerdo tendrá una vigencia de dos años y podrá renovarse antes de su vencimiento, según documentos oficiales publicados por el Gobierno de Guatemala. Además, cualquier parte podrá dar por terminado el pacto --que será revisado cada tres meses-- con tres meses de antelación.

El documento establece, además, que tanto Estados Unidos como Guatemala podrán "intercambiar información cuando sea necesario con sujeción a las leyes y reglamentación nacionales".

El artículo 3 de este acuerdo informa de que "Guatemala no retornará ni expulsará a solicitantes de protección en su país, al menos que el solicitante abandone la solicitud o que esta sea denegada" y especifica que durante el proceso del traslado, las personas sujetas a este acuerdo "serán responsabilidad de Estados Unidos".

El texto fue firmado en el Despacho Oval y tan solo unos días después de que Trump amenazara a Guatemala con represalias económicas si no estampaba su rúbrica en el pacto.