El gobierno de Donald Trump publicó ayer en el registro federal (diario oficial estadounidense) la nueva regla final que permitirá a los consulados negar visas a países que retrasan o se niegan a recibir a inmigrantes deportados por Estados Unidos, informó la cadena Univision.

La nueva norma tiene en la mira a la totalidad de las visas de inmigrante y no inmigrante, entre ellas populares B1/B2 para viajes de turismo o negocios, que cada año registran más de 46 millones de admisiones.

Hasta ahora los funcionarios consulares tenían la discrecionalidad de aprobar o negar un visado de acuerdo con un reglamento estándar, pero ahora deberán “discontinuar la concesión de visas cuando un país ha sido sancionado por negarse o retrasar la aceptación de uno o más de sus nacionales sujeto a una orden final de deportación”, dice la nueva regla.

“No sabemos cuánta gente todos los días acude a un consulado para gestionar una visa, una reunificación familiar o un perdón. Y hasta ahora cada caso se trataba individualmente en base a los méritos del expediente”, señala Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California.

Gálvez asegura además que hasta “los cónsules utilizaban su discreción para conceder o negar un beneficio. Sin embargo, el nuevo reglamento no toma en cuenta este privilegio del cónsul porque el gobierno está castigando al país completo que retrase o se niegue a recibir a uno o más deportados”.

La opción ahora para los oficiales consulares “es discontinuar la concesión de visas a individuos en países sancionados”, puntualiza la regla.

El Departamento de Estado (DOS) dijo que la norma se basa en la sección 243(g) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) y se implementa “para detener el crecimiento de una población indocumentada” que el gobierno “está teniendo dificultades para eliminar debido a una falta de cooperación por parte del país” de aquellos que tienen órdenes de deportación.

Según el nuevo reglamento, negar la entrega de visas a países que retrasen o se nieguen a recibir deportados “es una alternativa aceptable” y que la decisión fue tomada por el secretario de Estado Mike Pompeo, tomando en cuenta informes del secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), para sancionar de esta manera a países extranjeros que se “han negado o demorar injustificadamente la aceptación de un extranjero” deportado de Estados Unidos.

La medida, agrega la nueva norma, afecta a las visas “de no inmigrante y de inmigrante o ambas, a ciudadanos y/o residentes” de los países sancionados.

En caso de que la medida no rinda los frutos deseados y los países sigan demorando o rechazando a deportados, el gobierno del presidente Donald Trump advierte que las sanciones “escalarán”.