La Fuerza Naval de El Salvador (FNES) recibirá un moderno patrullero oceánico clase Defiant-85, a principios del año 2020, como parte del programa Near Coastal Patrol Vessel (NCPV), patrocinado por la Marina y del Comando Sur de los Estados Unidos.

El patrullero será construido por la empresa MetalShark y tendrá un costo para El Salvador de una prima por $1.8 millones, mientras que el gobierno de Estados Unidos asumirá los $4 millones restantes del costo de la nave. Este monto también cubre el entrenamiento, garantía y opciones del navío.

En julio de 2017, la empresa MetalShark ganó el contrato del programa NCPV, para la fabricación de 13 navíos de la clase 85-Defiant que serán distribuidos a República Dominicana, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y otros socios del país estadounidense.

Los nuevos navíos contarán con sensores infrarrojos electroópticos, equipos de diagnóstico, reactivación en el país, familiarización de la tripulación y soporte de pruebas a los operadores de NCPV. Estos equipos tendrán una amplia gama de perfiles de misión, incluyendo búsqueda y rescate, patrulla fronteriza, tareas policiales y aduaneras, operaciones antinarcóticos y asegurar aguas de importancia económica.

Actualmente, la FNES cuenta con la flota naval de los modelos PM6, PM7 y PM8 (todos de 30 metros), que son transportes navales (ferries) adquiridos de segunda mano entre 1974 y 1975, y reacondicionados como patrulleros entre 1984 y 1985. A estos, se suman los PM10 y PM11 que se recibieron nuevos entre 1984 y 1985. En el 2001 se recibió el PM12 de los excesos de la Guardia Costera de EEUU, ya con 30 años de uso.

En el 2016, se recibió, el PM13, que es un pesquero de 20 metros reacondicionado en ese mismo año y el PM14, del mismo porte, que es un yate científico Bering-65 recibido en el 2017.

La FNES indica que ninguno de estos modelos es considerado "patrullero oceánico" y que debido a sus capacidades se limita a patrullaje del litoral. La institución se aventura más allá de las 200 millas marítimas con navíos "gastados e inapropiados para viajes oceánicos".

Además, la Fuerza Naval agrega que la flota con la que se cuenta tiene un "estado precario", ya que solo el patrullero PM8 funciona plenamente, y los PM10 y PM11 ya tienen fallas en los motores.