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Las autoridades de migración de Estados Unidos negaron el asilo al salvadoreño Josue Alvarado Guerra, de 34 años, quien huyó del país luego de ser secuestrado, amenazado y perseguido por una pandilla en una populosa colonia del norte del departamento de La Libertad.

Tras ser rechazada su petición de asilo fue recluido en la Cárcel del Condado de Seneca en Tiffin, Ohio, a la espera de una posible deportación.

Alvarado Guerra, es hijo del obispo anglicano salvadoreño, David Alvarado, quien contó al Servicio Episcopal de Noticias que su hijo se vio obligado a huir de El Salvador porque su vida está en peligro. Había estado trabajando como taxista, fue "amenazado, secuestrado y perseguido por una de las pandillas más grandes que operan en el país”.

"Estamos tristes y preocupados porque puede ser deportado y está en gran peligro aquí en el país", reiteró Alvarado.

El líder religioso aseguró que su hijo denunció los hechos a las autoridades pero no garantizaron su seguridad.

Según la publicación Josue Alvarado Guerra se mantuvo indocumentado dentro de EE.UU. y trabajó en varias ciudades como Los Ángeles, Sacramento y Denver. El 27 de noviembre pasado a su vehículo se le pinchó uno de sus neumáticos cerca de Cleveland, y mientras esperaba una grúa, llegó la policía y descubrieron que no contaba con los documentos de inmigración adecuados, fue detenido y puesto en custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

El 8 de enero, su petición fue denegada y a menos que sea aceptada una apelación, es probable que sea deportado a El Salvador.

Según el Servicio Episcopal de Noticias, el drama del compatriota ha sido seguido por el reverendo Aaron Gerlach, rector de la Iglesia Episcopal Old Trinity en Tiffin, quien ha visitado a Alvarado Guerra en la cárcel, donde no se le permite recibir llamadas telefónicas ni acceso a apoyo pastoral y logístico de su congregación.

La Reverenda Margaret D'Anieri, canónica de misión de la Diócesis de Ohio, y quien también se unió al grupo de apoyo para Alvarado Guerra confirmó que tras asistir a la audiencia en la corte de inmigración el 8 de enero, en donde se le notificó el rechazo a su pedido, “mi sensación es que desde el primer día ha tenido miedo de ser deportado a El Salvador", dijo.

El obispo Mark Hollingsworth Jr, de la Diócesis de Ohio, confirma que varios obispos han escrito cartas a las autoridades en el que expresan apoyo y solidaridad para Alvarado Guerra.

El padre del salvadoreño pide “oraciones para aliviar la tristeza de saber que nuestro hijo está bajo arresto”, y dijo estar confiado “en que Dios nos ayudará, pero también confiamos en las personas que también pueden ayudarnos en esta situación”.