Los cuerpos de dos víctimas fueron encontrados en un parque en Virginia. Foto: NBC4


El Departamento de Justicia de EEUU buscará la pena de muerte contra el pandillero salvadoreño Elmer Martínez, de 27 años, quien pertenece a la MS-13, y es acusado por autoridades estadounidenses de secuestrar y asesinar a dos adolescentes en Virginia en 2016.

En su presentación de este lunes, los fiscales dijeron que Martínez tiene antecedentes de conducta violenta, incluidos asaltos, apuñalamientos y otro intento de secuestro y homicidio.

La administración del presidente Donald Trump anunció en julio su intención de reanudar la ejecución de prisioneros federales. Un juez bloqueó las ejecuciones en noviembre pasado, tras el fallo determinó que el procedimiento de inyección letal propuesto por el Departamento de Justicia "no está autorizado" por la ley federal.

En tanto, la Corte Suprema de Justicia se negó a permitir que se reanudaran las ejecuciones mientras continúa la batalla legal.

El abogado defensor de Martínez, Robert Jenkins, dijo que fue informado por el Departamento de Justicia de su decisión, y afirmó que la medida se fue tomada para apoyar la postura del presidente sobre la inmigración ilegal.

"Sospecho firmemente que la política está desempeñando un papel importante", dijo Jenkins. "Si realmente creen o no que la justicia se cumpliría al buscar la pena de muerte, creo que es quizás una preocupación secundaria en comparación con el rédito político que pueden ganar al parecer duros contra los inmigrantes ilegales".

Jenkins asegura que Martínez, un inmigrante de El Salvador, no tenía antecedentes penales violentos y que no hay evidencias de que haya participado en los asesinatos.

Las muertes de Edvin Méndez, de 17 años, y Sergio Triminio, de 14, se produjeron durante un espantoso aumento de la violencia en la región de Washington.

Fue en el verano de 2016, según documentos de la corte, que un miembro del grupo ‘Park View Locos Salvatrucha’ vio las fotos en la página de Facebook de Méndez, las cuales lo conducirían a su muerte: la imagen de un hombre rodeado de tres números 6.

La imagen los llevó a marcar a Méndez, un aspirante a miembro, como espía de la pandilla rival, el Barrio 18. Las autoridades dijeron que los líderes locales de la MS-13 acordaron que Méndez debía ser asesinado.

Llevaron a Méndez a Holmes Run Stream Valley Park con el pretexto de una reunión, lo mataron y enterraron su cuerpo, según una acusación. Se turnaban para filmar la muerte, alegan las autoridades, y el video fue enviado a los líderes de las pandillas.

La familia de Méndez pasó las semanas posteriores a su desaparición buscando ansiosamente información. Su hermano contactó en Facebook a Triminio, que conocía a la víctima.

También miembro de la MS-13, Triminio admitió que Méndez había sido asesinado por la pandilla.

Un día después, según los registros de la corte, Triminio recibió un mensaje en Facebook que le decía que fuera a Fairfax para una reunión. Su familia lo vio por última vez salir de su apartamento de Alexandria, Virginia, en pijama para sacar la basura. Su cuerpo fue encontrado en 2017 cerca del de Méndez en otra tumba poco profunda.

Ese asesinato también fue registrado. Un video recuperado del teléfono de un participante mostró a un joven en pijama siendo atacado con un cuchillo de cocina y un machete mientras yacía boca abajo en el suelo, según una acusación federal.

Los fiscales dicen que la pandilla había llegado a creer que Triminio también habló con la policía.

Más allá de Martínez, 10 miembros más de pandillas irán a juicio en relación con los asesinatos, pero no enfrentan la pena de muerte. Dos más no fueron acusados de asesinato, aunque los registros judiciales indican que estaban involucrados. Podrían ser llamados a testificar en el juicio.