El inicio de las negociaciones entre el gobierno de Cristiani y la Comandancia del FMLN, es un hecho histórico de trascendencia. Fue el inicio de casi dos años de negociaciones que culminaron con los Acuerdos de Paz. Sin embargo, se ha prestado a malentendidos o tergiversaciones sobre los hechos reales: al respecto, quisiera aportar mis reflexiones para tratar de aclarar la situación.

  1. El primero es el uso de los términos diálogo y negociación que suelen ser utilizados como sinónimos. Un ejemplo de ello es un artículo publicado por el medio electrónico “elsalvador” en el que el Dr. Óscar Santamaría, miembro del equipo gubernamental durante las negociaciones de paz hace una serie de afirmaciones, muy positivas y verdaderas, pero también otras no tanto.


La primera es cuando textualmente dice: “Quiero hacer saber que la oferta de paz a los alzados en armas, el presidente Cristiani la hizo el mismo día de posesión de su cargo, o sea el primero de junio de 1989, con un planteamiento que se hizo público y que los alzados en armas o la guerrilla lo aceptaron y respondieron afirmativamente de poder iniciar la etapa del proceso de diálogo o negociación por la vía política para finalizar el conflicto armado o guerra civil como le han llamado otros”. Lo anterior es correcto, solo con la aclaración que lo que el llamamiento del Presidente Cristiani no fue a un “diálogo o negociación”, sino simplemente a un diálogo, tal y como lo hizo su antecesor Napoleón Duarte con los “diálogos”, en La Palma, Ayagualo y La Nunciatura. El discurso de inauguración del Presidente Cristiani en ningún momento habla de negociación, su oferta es dialogar.

Por su parte, el FDR-FMLN desde 1981 y en reiteradas ocasiones, privada y públicamente, había propuesto al gobierno de Duarte y luego al de Cristiani que conjuntamente buscaran una solución politica al conflicto mediante una negociación de paz que fueron rechazadas porque el Alto Mando de las Fuerzas Armadas las vetaba e incluso partidos como ARENA consideraban que “negociar con terroristas” era traición a la patria. El límite aceptable para los gobiernos era que cesaran sus actividades militares y se incorporaran a la legalidad estatal, mientras que para el FDR-FMLN se trataba de lograr un acuerdo sobre temas fundamentales tales como la desmilitarización de la politica, las garantías a los derechos humanos y a las libertades políticas, mediante nuevas instituciones que implicaban reformas constitucionales.

En otras palabras, había una diferencia fundamental entre “dialogar” y “negociar” y esta discusión surgió desde el primer encuentro en La Palma, por ello el texto del comunicado de esta reunión opto por usar “Diálogo-negociación” para satisfacer a ambas partes..

  1. El artículo que comentamos afirma: “Santamaría recordó que Cristiani le planteó a la guerrilla del FMLN, en ese entonces, que el proceso de negociación se hiciera en un ambiente de paz, bajo un cese de hostilidades, bajo un cese al fuego. Sin embargo, la propuesta de Cristiani no tuvo eco en los excomandantes guerrilleros que la rechazaron, según Santamaría”.


Efectivamente, el argumento de Cristiani era la necesidad de un “ambiente de paz”, que implicaba el cese de hostilidades y lo que representaba era la exigencia de la fuerzas Armadas del cese de fuego para poder hablar, especialmente porque tanto ellos como los asesores norteamericanos que les ayudaban, habían llegado a la conclusión que el FMLN ya estaba estratégicamente derrotado y que su transformación en grupo de delincuencia común era solo cosa de tiempo.

La ofensiva de Noviembre de 1989.

Sin embargo, y no lo dice el Dr. Santamaría, fue necesario que el FMLN mostrara su capacidad militar con la ofensiva del 11 de Noviembre de 1989, unido al gravísimo error del Alto Mando militar al asesinar a los jesuitas, lo que cambio el panorama e inclino al Presidente Cristiani a iniciar un proceso de negociación con el FMLN sin tregua alguna, con una amplia agenda de negociación y con la participación de las Naciones Unidas.

No hay duda en el mérito histórico del presidente Cristiani que tuvo el valor de utilizar la coyuntura en la que tanto un bando como el otro habían demostrado su fuerza y la imposibilidad de terminar la guerra solo a base de diálogos y dejo a un lado su demanda del cese de fuego para iniciar la negociaciones de paz; igualmente, es de reconocer el valor del FMLN de abandonar su instrumento principal, en pro de la paz.