Son pocos los salvadoreños que no han padecido alguna vez por la escasez del servicio de agua. Desde las más humildes comunidades hasta colonias acomodadas, todos han padecido este mal. El Salvador tiene serios problemas de abastecimiento de agua, especialmente en la época seca.

Ayer, habitantes de varias colonias y comunidades de la zona oriental de la ciudad bloquearon el paso por el Bulevar del Ejército y la zona de San Martín. La fila de automóviles llegaba hasta Santa Cruz Michapa, según nos confirmaron nuestros colegas. Las comunidades de San Martín e Ilopango aseguraron que no reciben agua desde hace siete u ocho meses, en sus casas. ¡Imagínese usted las dificultades que eso implica!

La gran solución que ANDA ofreció fue anunciar que les dará agua cada cuatro días a comunidades. Imagine usted lo difícil que es el asunto. Parte del problema es que el área metropolitana ha crecido desordenadamente, aún en zonas donde no había abastecimiento de agua. A veces las necesidades de la gente son más grandes que la capacidad instalada. En todo caso, es obligación de las autoridades atender este clamor.

Es fácil decir que es injusto que cierren las calles, provocando un congestionamiento de kilómetros, un lunes por la mañana, cuando tanta gente viene a la capital por su trabajo, sus estudios, sus consultas médicas o sus gestiones particulares, pero realmente debe ser desesperante no tener agua, tener que andar comprando hasta el último garrafón, verlo como un lujo.

Este es otro asunto pendiente de resolver en el país, a largo plazo, planificando adecuadamente, haciendo realidad los proyectos que se firman -como el caso de Las Pavas- y pensando, sobre todo, en esa gente que tiene que salir a protestar para que les presten atención.