La Catedral de Milán cerrada y su famosa plaza desolada, debido a la pandemia./ AFP


La primera paciente que vio fallecer de coronavirus tenía 74 años. Llevaba dos semanas enferma y al Dr. Carlos Andrés Papini le tocó darle la noticia a su esposo y explicarle que no podía entrar a verla. El hombre de unos 80 años estalló en llanto y le decía “es que doctor, usted no entiende, ella era el amor de mi vida”.

El Dr. Papini es un joven médico salvadoreño al que le ha tocado vivir la pandemia en Milán, en plena Lombardía el epicentro de la enfermedad en Italia desde febrero.

“Nunca se me va a olvidar esa primer paciente con Covid-19 que falleció durante mi turno. Era una señora de 74 años de edad, me tocó avisarle a su esposo, quien llevaba más de dos semanas sin verla. Luego de darle mi más sentido pésame y explicarle qué fue lo que pasó, por teléfono, me tocó decirle que no podía entrar a verla. El señor de alrededor de 80 años en llanto, me suplicaba entrar a verla y me decía “es que doctor, usted no entiende, ella era el amor de mi vida”, relata.

“Eso me tuvo varios días sin dormir. El impacto emocional que esta enfermedad tiene en todos es muy fuerte”, reflexiona Papini.

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Papini ha atendido a docenas de pacientes en un hospital de Milán, Italia, donde trabaja. Desde que estalló el brote, su percepción de la enfermedad ha ido cambiando.

“En los primeros casos que vi me sentía con esperanzas, porque muchos pacientes solían responder bastante bien al tratamiento inicial, lamentablemente esto no duraba mucho. Después de mejorar clínicamente, se venían abajo”, comenta Papini.

El médico explica que de presentar fiebre, poca tos y leve dificultad respiratoria pasaban en un intervalo de pocas horas a tener una grave insuficiencia respiratoria aguda.

“Muchos pacientes no lograron salir adelante. Claro, todo esto depende del paciente, de la edad, etc.”, agrega.

El doctor explica que los pacientes mayores de 70 años con antecedentes médicos como hipertensión, cardiopatías, diabetes, asma o tumores usualmente suelen complicarse más, es decir la evolución de estos pacientes no es siempre favorable, debido a que suelen descompensarse fácilmente y con mayor rapidez.

“Muchos pacientes terminan en cuidados intensivos intubados o con ventilación no invasiva como el Cpap. Muchos de estos pacientes pueden pasar semanas en cuidados intensivos, tardan mucho tiempo en recuperarse”, indica.

Papini describe el Covid-19 como “una enfermedad devastadora tanto para el paciente como para sus familiares y también para todo el personal médico”.

“Es una enfermedad despiadada y dura, nunca me había enfrentado a algo similar. Los pacientes en estado crítico tienen que atravesar todo este camino solos, desde que entran al hospital hasta que salen, desgraciadamente no todos logran salir con vida. Pero ni siquiera en estas circunstancias extremas pueden estar acompañados de sus seres queridos”, dice Papini.

 

Lo que le recomienda a sus colegas

 

El Dr. Papini enumeró estas recomendaciones para sus colegas médicos en El Salvador

“Es lo que me ha servido en cuanto a mi experiencia, a estar sano”, comentó.

  1. Lavarse las manos antes de ver al pacientes y después de ver al paciente. Ósea antes de ponerse los guantes y después de quitarse los guantes.

  2. Respetar las distancias de al menos 1 metro y medio incluso entre colegas.

  3. No nebulizar a los pacientes.

  4. Si la mascarilla FPP2 o FPP3 tiene válvula, vale la pena ponerse una mascarilla quirúrgica encima. De esta manera no solo nos protegemos a nosotros, sino sobre todo protegemos a nuestros pacientes.

  5. No comer ni tomar agua dentro del hospital.

  6. De ser posible, hacer turnos cortos.

  7. Tomar siempre en cuenta que paciente con al menos uno de estos síntomas: tos, fiebre y/o dificultad respiratoria, es paciente con Covid-19 hasta demostrar lo contrario. Tenga o no anexos epidemiológicos.

  8. Quitarse toda la ropa y zapatos antes de entrar a la casa. Y luego directo a bañarse. “Yo he optado por dormir en un cuarto aislado. Ya llevo viviendo casi dos meses así”, dice.