Es impresionante cómo ha crecido el aparato del Estado en los últimos 12 años. Tal como reportamos en Diario El Mundo este lunes, el sector público no financiero del Estado gasta el doble en remuneraciones que hace 12 años: la planilla pasó de $1,440.8 millones en 2017 a los $2,840.3 millones actuales. Es imposible que así como ha crecido la planilla estatal las finanzas públicas puedan ser suficientes.

Este año la cantidad que se destina al personal casi triplica el monto de hace casi dos décadas, de acuerdo a datos del Ministerio de Hacienda. Ciertamente ha aumentado -justificablemente- el número de policías, personal de Salud y Educación, pero también es una gran verdad que los partidos políticos se han vaciado en el aparato estatal en cada elección y eso provoca el engrosamiento de la planilla. La Asamblea Legislativa es un gran ejemplo de esta realidad.

El gasto en remuneraciones del Gobierno Central –que incluye a los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo, así como el Ministerio Público– ha crecido en un 143 % de 2002 a 2019. La economía no ha crecido a esos niveles y lo que sí ha crecido es el déficit público. El Estado no puede seguir creciendo así, no debe ser visto como el gran empleador sino como un facilitador eficiente.