La Selección Salvadoreña de Fútbol lleva 11 partidos sin caer ante rivales caribeños en el estadio Cuscatlán, la última vez que trastabilló en San Salvador fue el 29 de marzo de 2011 en un amistoso ante Jamaica por 2-3; bajo la sombra de esa racha, el combinado azul encara hoy el duelo ante Montserrat, una isla que buscará un resultado histórico de visita en Liga de Naciones.

Con sólo una semana de entrenamiento, así recibirá El Salvador a Montserrat, pero con la presión que otorga salir a ganar para reivindicarse en la lucha por llegar a la Hexagonal Final rumbo al Mundial de Catar 2022, y aprovechando la caída de Canadá ante Estados Unidos, ayer, y favorecernos en el juego de puntos del ranking de la FIFA.

Los regresos de Jaime Alas y Pablo Punyed que entre semana a voz en cuello dijeron: “yo nunca me fui siempre fui parte de la selección”, el primero tuvo una lesión que lo dejó fuera ante Santa Lucía y Montserrat y el segundo no era convocado desde 2017, están dentro de la posible alineación ensayada por Carlos de Los Cobos en el entrenamiento realizado en el estadio Cuscatlán.

También podrían ser de la partida Marvin Monterrosa que había sufrido una contractura muscular y Raúl Renderos, lesionado, se han recuperado y buscarán hacerse un puesto. Además, Rodolfo Zelaya que ha sumado más minutos en la selección que en L.A. FC, donde tiene la intención de salir, intentará ser el referente de los goles de la Selecta.

Las bajas de El Salvador serán Andrés Flores (solicitó permiso), Dennis Pineda y Juan Barahona (decisión técnica), pero otra novedad será Julio Amaya de C.D. FAS.

La posible alineación de El Salvador será: Henry en portería, Ibsen Castro por derecha, Iván Mancía y Roberto Domínguez centrales, por izquierda Jonathan Jiménez , doble contención con Narciso Orellana y Darwin Cerén, Oscar Cerén por derecha y Jaime Alas por izquierda en extremos, Pablo Punyed como enganche y Rodolfo Zelaya como atacante.

Como ya lo dijeron Ibsen Castro y Jonathan Jiménez, ante un rival caribeño con un despliegue físico potente, velocidad y buena altura, El Salvador necesita asegurar la posesión de la pelota, tener precisión en el pase y la presión ante la pérdida de balón. Pero sobre todo hacerse respetar en casa y buscar castigar a los rivales que se atreven a profanarla.