Durante la conferencia del Gabinete Económico de ayer por la tarde, el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, confirmó que también se espera empujar una nueva reforma al sistema de pensiones.

La deuda previsional es uno de los grandes problemas generados desde la privatización del sistema a finales de la década de 1990, y ha significado una enorme carga para el fisco debido a los millonarios compromisos que representa.

“Hay que dotar al país de una reforma integral de pensiones al Estado salvadoreño con tres ejes fundamentales: que se beneficie en un primer momento al cotizante, al Estado y a los actores que pudieran estar administrando los fondos”, dijo el funcionario.

El tema de una nueva reforma se había venido manejando desde hace unos meses, pero ahora toma nuevos aires con la recién configuración de la Asamblea Legislativa desde el 1 de mayo, donde el oficialismo -a través del partido Nuevas Ideas y la Gran Alianza para la Unidad Nacional- podrán apalancar las iniciativas del Ejecutivo sin necesidad de negociar con las bancadas opositoras.
“Hay que dotar al país de una reforma integral con tres ejes: que se beneficie al cotizante, al Estado y los actores que pudieran estar administrando los fondos”. Alejandro Zelaya, Ministro de Hacienda

En enero, consultado por Diario El Mundo, René Novellino, presidente de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos), dijo que no tenían conocimiento sobre iniciativas específicas, pero que el sector se muestra abierto al debate. “Desde nuestra perspectiva, una reforma de pensiones se debería orientar a cumplir los siguientes objetivos: incrementar el monto de las pensiones; fortalecer y garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones; y tomar medidas para aumentar la cobertura de la seguridad social en el país”, dijo entonces el representante.

La última reforma al sistema de pensiones ocurrió en 2017 cuando los compromisos de la deuda se volvieron insostenibles para el Estado.