Durante la Semana Mayor sorprendió la Junta de Vigilancia de la Profesión Médica (JVPM) con la amenaza de impedir el buen trabajo realizado por el plan “Misión Milagro”, fruto de la generosa solidaridad del hermano pueblo y gobierno cubano, establecido mediante un convenio solidario intergubernamental que aporta a miles de salvadoreños la recuperación de la vista y la sonrisa. La ceguera ha sido una de las dolencias que más impacto ha tenido en la calidad de vida de los pueblos, limitación que se caracteriza por la incapacidad de diferenciar total o parcialmente la luz y, por ende, distinguir, apreciar e interpretar correctamente el entorno.

Desde el Antiguo Testamento hay abundantes referencias y comparaciones entre la capacidad física de distinguir y la capacidad racional de apreciar. A estas diferentes formas de ceguera se refiere el profeta Isaías en varios capítulos y versículos; mientras, en el Nuevo Testamento los evangelistas nos ofrecen conmovedores relatos de la importancia que dio Jesús sanando a los ciegos camino de Cafarnaún y Jericó: el ciego de Betsaida o el caso de Bartimeo el mendigo, quien mostrando su fe se sobrepuso a los que callaban su clamor, cada vez más fuerte, pidiendo auxilio a Jesús, hasta ser escuchado y sanado.

Es emocionante el caso del joven nacido ciego (Juan 9:1-41) al que Jesús le colocó en los ojos un poco de lodo hecho con su saliva y lo envió a lavarse al estanque de Siloé, devolviéndole la visión ante el asombro de quienes lo conocieron pidiendo limosna. Los Fariseos letrados cuestionaron el milagro poniendo en duda la recuperación de aquel joven, debatieron a nombre de qué y de quién el tal Jesús hacía semejantes obras; para descalificar se enfrascaron en el “tecnicismo” de que semejante acción había sido hecha en el “día de descanso obligatorio” –según la ley–, perdiendo de vista desde su exacerbado sectarismo lo esencial del caso: el joven había recuperado la vista.

De manera muy parecida los nuevos integrantes de la JVPM requirieron a la Fiscalía y a Migración la investigación de quienes integran la brigada cubana compuesta por especialistas de primer nivel con varias misiones internacionalistas, galenos y técnicos, alegando tecnicismos documentales no exigidos a otras misiones de diferentes países que también generosamente cooperan con nuestro sufrido pueblo. Los requisitos exigidos a la brigada cubana han sido cumplidos cada año desde su arribo en 2015, avalados y autorizados como corresponde por las anteriores JVPM.

El Centro Oftalmológico del Hospital Santa Gertrudis en San Vicente fue fundado por iniciativa del presidente profesor Sánchez Cerén el 29 de mayo de 2015, ofrece atención gratuita a la población más necesitada y humilde, atendiendo dolencias como: pterigion, cataratas y retinopatías por diabetes. Desde su fundación ha atendido 144,850 consultas que derivaron en 23,125 cirugías para un promedio de 5,200 operaciones anuales y en noviembre pasado fue inaugurada una ampliación que permitiría incrementar hasta 7,500 operaciones por año. Solo en marzo de este año se hicieron 438 operaciones de cataratas y 380 de pterigion; mientras que, por ejemplo, durante gobiernos de derecha en todo el 2008 solo se efectuaron hasta 101 operaciones como éstas.

Tanto en la antigüedad como hoy, hubo fariseos ciegos que no quieren ver los beneficios para la población más humilde, como la actual JVPM. La solución no reside en alentar la perversa iniciativa de confrontar artificialmente a los galenos formados dentro y fuera del país, o nacionales y extranjeros. Es necesario avanzar y profundizar la reforma de salud iniciada, dotándola de mayores recursos para contratar más personal médico que llegue a los sectores más pobres del país, reconocer las justas reivindicaciones de los trabajadores de la salud y avanzar en la calidez de la atención.

Es alentadora la firme defensa del programa por los beneficiarios, de la bancada y partido FMLN, del movimiento social; así como el respaldo del Arzobispo metropolitano Monseñor José Luis Escobar Alas y del propio presidente electo Nayib Bukele, quien de manera clara se pronunció por la continuidad y ampliación del Plan Milagro. Actualmente casi 40 personas diariamente son afectadas por la suspensión de cirugías, 40 personas que tendrán que seguir esperando por la decisión de “técnicos” que perciben perfectamente la luz, especialmente la política.