El papa Francisco está profundamente entristecido por su muerte, dijo su secretario de Prensa./DEM


 

El papa Francisco sintió una “Inmensa tristeza” al ver “la imagen del salvadoreño y de su hijita ahogados en el Río Grande mientras intentaban cruzar la frontera entre México y Estados Unidos”, según relató a medios de El Vaticano el director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti.

El Papa – agregó Gisotti – está profundamente entristecido por su muerte, reza por ellos y por todos los migrantes que perdieron la vida tratando de escapar de la guerra y la miseria”.

El salvadoreño Óscar Alberto Martínez y su hija Angie Valeria, de solo 23 meses, perecieron ahogados cuando intentaban cruzar el río Bravo, en la frontera de México con Estados Unidos. La tragedia sucedió la tarde del domingo.

Oscar Alberto Martínez, según la reconstrucción de la periodista Julia Le Duc, que tomó la foto publicada después en el periódico mexicano La Jornada, había estado esperando asilo durante dos años, lo había pedido a las autoridades estadounidenses. El domingo, junto con la niña y su esposa Tania Vanessa Ávalos, emprende el viaje. Quiere cruzar el río y entrar en Brownsville, Texas. Oscar y Angie Valeria logran llegar a la orilla pero Vanessa se queda atrás, entonces él trata de volver a buscarla, después de dejar a la niña en la orilla pero la pequeña se lanza al agua para seguir a su padre. La corriente los arrastra y arrebata sus sueños, esperanzas y planes de futuro ante los ojos de una madre que, desde la otra orilla, observa inerme y se queda con el corazón roto.

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En febrero de 2016, el Papa Francisco celebró una Misa en Ciudad Juárez, en la frontera entre México y Estados Unidos, con los fieles de uno y otro lado del muro que los divide. Luego, en su homilía, el Papa recordó que no se puede “negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas, ya sea por tren, por carretera e incluso a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos. Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoy en día es un fenómeno global. Esta crisis, que se puede medir en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias. Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado”. Francisco pidió orar por "el don de la conversión, el don de las lágrimas". "¡No más muerte ni explotación! Siempre hay tiempo de cambiar, siempre hay una salida y siempre hay una oportunidad, siempre hay tiempo de implorar la misericordia del Padre” – concluyó.

La portada del diario La Jornada del lunes 24, que publicó la primera imagen de los salvadoreños fallecidos.