De acuerdo con una proyección elaborada por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) y la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (SECMCA) el Producto Interno Bruto (PIB) de la región cerrará 2020 en hasta -6.9 %,

Según el reporte, "las cambiantes circunstancias de contención de la actual crisis sanitaria implican un considerable grado de incertidumbre en la construcción de escenarios prospectivos y, por lo tanto, una mayor complejidad en la construcción de políticas públicas tanto económicas como sanitarias.

El informe destaca también un desplome del crédito. Las últimas previsiones estiman una reducción para 2020 de 4.4 % para Centroamérica respecto a lo previsto en el escenario base para el mismo año. La potencial contracción en el crédito al sector privado dependerá del grado de flexibilización en las condiciones de crédito con los sectores económicos más vulnerables ante la crisis sanitaria.

Agrega también que la disminución de las exportaciones e importaciones para la región serán el efecto de un deterioro a nivel mundial, tal como indica un análisis a cargo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se prevé una disminución en el valor de los flujos comerciales a consecuencia de la disminución de la actividad económica de los principales socios comerciales de cada país.

Las pérdidas estimadas para las exportaciones de Centroamérica son de 20 % para 2020 y de 5.3% para 2021.

Remesas

En el ramo de remesas, uno de los pilares de las economías de norte de la región se prevé un impacto fuerte. El estudio anticipa que el flujo de los envíos monetarios hacia el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) experimentarían pérdidas de $4,821 millones en 2020 y de $5,084 millones en 2021.

Las entidades recalcan que la estimación debe concebirse como "una primera aproximación que permitan sentar las bases para entender el potencial efecto económico del COVID-19".

Añade también que la certeza en el cumplimiento de estos escenarios depende de la duración en el proceso de interrupción de la actividad económica, productos de la contingencia sanitaria y de la efectividad de las políticas económicas diseñadas para la recuperación una vez superada la situación.

El escenario toma como referencia el desempeño de las economías del istmo en abril de 2020 y contempla un agravamiento mayor en las previsiones para el crecimiento económico de los Estados Unidos y mantiene los supuestos estimados para el precio del petróleo de referencia para el istmo.



"Bajo estas condiciones se estima para el 2020 decrecimiento del PIB en Centroamérica de -6.9 % y una tasa de inflación de 0.6% para la región", sentencia el informe.

El documento fue presentado el 30 de abril durante la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Integración Económica (Comieco) en el marco del Plan de Contingencia Regional frente al coronavirus del SICA.

“El estudio es importante porque muestra escenarios en torno al el crecimiento económico y la inflación, en un contexto no solo de nuestra propia realidad, sino también que da varias pautas para la recuperación en el marco del proceso de integración regional”, dijo Vinicio Cerezo, secretario general del SICA.



Por su parte, el Secretario Ejecutivo de la SECMCA, Domingo González, destacó la importancia de la cooperación interinstitucional del SICA y de contar con estimaciones regionales ante los posibles impactos económicos y sociales del COVID-19, en un ambiente de crisis internacional y de alta incertidumbre económica. Asimismo, señaló que el documento presenta la oportunidad para gestionar como región la cooperación internacional urgente para enfrentar los grandes desafíos ante la pandemia en una situación sumamente vulnerable.

El análisis destaca la necesidad de la formulación de políticas económicas en un "contexto de incertidumbre sanitaria", el que requiere de una gestión programada de acciones en el corto, mediano y largo plazo que busquen armonizar las medidas de contención, prevención y atención (respuesta) al COVID-19 con políticas de carácter fiscal, monetario y comercial que aseguren la estabilidad de precios y el abastecimiento en mercados clave, como medicamentos y alimentos, así como de la adopción de acciones de apoyo directo para mitigar el efecto inmediato de la reducción en los ingresos de los hogares y las empresas.

"La dimensión del impacto esperado en los escenarios expuestos pone en justa dimensión el nivel de esfuerzo requerido en materia de programación económica y formulación de políticas públicas", concluye el estudio.