El Complejo Deportivo de la Universidad de El Salvador (Codeues), inaugurado en el 2003 tras los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por los cuales fue reconstruida la institución y que representa en la actualidad el 15 % del espacio geográfico y estructural del campus, está muriendo.

En los últimos cinco años, el Code (como sus empleados lo llaman con cariño) ha sufrido una serie de sismos, los dos más sensibles el de 2017 y el más reciente del 30 de mayo recién pasado.

Los eventos telúricos afectaron seriamente los techos, vigas y pisos principales en el edificio principal, conocido como el Polideportivo, en donde se encuentran la administración general, planificación, mantenimiento y el corazón de la coordinación técnico-deportiva desde donde se dirigen 19 disciplinas en diferentes modalidades y que atienden a un poco más de 1,000 estudiantes al mes.

Hoy, el Code muestra un rótulo de “cerrado temporalmente, por su seguridad” y en donde la comunidad universitaria, pero sobre todo su personal, se ha visto afectada directamente con el cierre que se pronostica será de un poco más de cinco semanas.

El edificio, que es el corazón del deporte universitario y que ha sido escenario de diferentes eventos, está muriendo. “Al rector y a las autoridades no les importa, aquí nadie ha bajado a decirnos nada, apenas una reunión donde no nos dieron mayores instrucciones o detalles, solo que nos vamos a salir adonde se pueda”, dice uno de los empleados que pidió reservar su nombre, por el pavor a la persecución laboral que es un factor muy común en la UES.

“A algunos les dio risa, otros me criticaron cuando agarré mis cosas para salirme del edificio al día siguiente por la situación en la que éste se encuentra”, dijo Elena Aguirre, arquitecta de profesión destacada en el Codeues, parte del comité de seguridad ocupacional y colaboradora de planificación y mantenimiento.

“En este evento sísmico sufrimos más daños en el Polideportivo sumados a los del 2017, daños en la estructura del techo, vigas que soportan los graderíos, la fachada en donde dos vigas perdieron su seguridad, aparecieron serias fisuras y otros daños en donde las oficinas administrativas y áreas deportivas han sido las más afectadas”, añadió.

Por su parte Raúl Alas, administrador general del Codeues manifestó, al preguntársele por cuánto tiempo permanecerán cerradas las instalaciones, que “el tiempo es incierto, somos fondos públicos. Posiblemente la otra semana sepamos”.

Techo en el piso, tensores colgando, goteras, grietas, pisos desnivelados y abertura en paredes son parte del panorama que se aprecia al entrar a las instalaciones del Polideportivo.

Elena Aguirre mencionó que “como comité de seguridad ocupacional se presentó un informe al rector. Aún estamos esperando respuesta”.

Agregó que “ya tuvimos la primera visita de la aseguradora en donde se hizo un recorrido con dos referentes de la misma”.

Cuando Diario El Mundo quiso conocer la opinión de Roger Arias, rector de la UES, éste no quiso dar declaraciones.