El Vaticano promulgó este sábado el decreto que aprueba la beatificación del sacerdote jesuita salvadoreño Rutilio Grande, junto a sus dos compañeros laicos, asesinados con él en 1977, por odio a la fe, en El Salvador.

El Papa recibió ayer al Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y autorizó al Dicasterio la divulgación de los decretos.



Este 12 de marzo se cumplen 43 años del martirio del padre Rutilio Grande y sus dos compañeros laicos: Manuel Solórzano, de 72 años, y Nelson Rutilio, de 15. Este hecho ocurrió en la carretera hacia El Paisnal en El Salvador, cuando se dirigían a celebrar la eucaristía. Nunca llegaron. En el camino fueron emboscados y el vehículo donde se conducían fue ametrallado.

El pasado 15 de octubre de 2018, un día después de la canonización de monseñor Óscar Arnulfo Romero, la iglesia católica salvadoreña pidió al papa Francisco la beatificación de Grande.

En marzo de 2019, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas indicó que el proceso de beatificación en Ciudad del Vaticano, Roma, lo lleva el postulador Pascual Cebollada, quien es el encargado de las causas de canonización de los sacerdotes jesuitas.

El 22 de noviembre de 2016, por decreto emitido en el Vaticano, se inició la fase romana del proceso de beatificación y canonización del padre Grande, mientras que la fase diocesana se cerró el 16 de agosto de ese mismo año.



El anuncio fue filtrado ayer pero el Arzobispado de San Salvador no lo confirmó.

Este mediodía, la Arquidiócesis de San Salvador celebrará una misa de acción de por la promulgación del decreto del martirio del padre, en Catedral Metropolitana.



La promulgación del decreto da el visto bueno a la beatificación de Rutilio Grande y sus compañeros, así como a la de Carlo Acutis. Un mártir en la India y la religiosa italiana, Maria Francesca di Gesù, fundadora de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano, será canonizada.

También el decreto reconoce los milagros atribuidos al Beato Lázaro, conocido como Devasahayam, un laico, muerto por odio a la fe en la India en 1752, y a una religiosa, la Beata María Francesca di Gesù (nacida Anna Maria Rubatto), fundadora de las Hermanas Terciarias Capuchinas de Loano; nacida en Carmagnola (Italia) en 1844 y muerta en Montevideo (Uruguay) en 1904.

Con el Decreto, se reconocen las virtudes heroicas y se convierten en Venerables Siervos de Dios: el sacerdote diocesano Emilio Venturini, fundador de la Congregación de las Hermanas Siervas de los Dolores, nacido en Chioggia (1842-1905); el sacerdote diocesano Pirro Scavizzi, de Gubbio (1884-1964); Emilio Recchia, sacerdote profeso de la Congregación de los Estigmas de Nuestro Señor Jesucristo, nacido en Verona (1888-1969); el laico Mario Hiriart Pulido, nacido en Santiago de Chile (1931-1964).