El riesgo país se duplicó por el aumento en la tensión tras el brote del Covid-19 y el anuncio del Gobierno salvadoreño de buscar financiamiento para enfrentar la crisis, según muestran los datos del Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), elaborado por la financiera estadounidense J.P. Morgan.

El EMBI calcula el diferencial, también llamado “spread”, entre el rendimiento que paga un bono emitido por un gobierno, banco o empresa domiciliada en un país emergente, y el que paga el bono estadounidense, considerado “libre de riesgo”. Este indicador se expresa en puntos básicos y 100 de ellos equivale a un punto porcentual (1 %).

De esta manera, el EMBI indica cuánto rendimiento adicional debe ofrecer un país emergente para que un inversionista encuentre atractivo adquirir su deuda. Por ello, el riesgo país está relacionado al costo del financiamiento externo de entidades tanto públicas como privadas.

En febrero, el EMBI estaba a 4.11 % y la pasada semana llegó a 8.43 %. Ayer cerró en 10.26 %, equivalente a un incremento de 6.15 % en el último mes. Significa que para que el país coloque bonos y sean atractivos para los inversionistas se debe ofrecer arriba de ese valor, en un mercado ya erosionado por la incertidumbre ante la pandemia del Covid-19.

Rommel Rodríguez, economista de Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), explicó que el incremento en el riesgo país se debe al reciente anuncio del Gobierno de solicitar $5,000 millones para enfrentar la crisis, esto genera incertidumbre en el mercado porque precisamente por la epidemia el país tendría menor manejo de sus finanzas públicas al reducirse la actividad económica y los impuestos.



El Gobierno solicitó la semana pasada a la Asamblea Legislativa que se le autorice gestionar $2,000 millones a través de emisión de título valores de crédito, que pueden ser colocados en el mercado nacional e internacional, o gestionar créditos. Sin embargo, ayer se anunció que el presupuesto podría ser de $5,000 millones para enfrentar la crisis y recuperar la economía.

Aún no se ha anunciado sus fuentes de financiamiento y se conoce que el Ministerio de Hacienda está en negociaciones con el Banco Mundial y con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en ambos casos no se ha definido cuánto dinero se prestaría ni bajo qué condiciones.

El economista Luis Membreño, de Luis Membreño Consulting, consideró que si este financiamiento se utiliza para mejorar el perfil y la tasa de interés de la deuda, y luego con esos recursos se apoye a la economía, la operación “me parece sensata”.

Sin embargo, explicó que si el Gobierno busca salir al mercado con los $5,000 millones no “habría opción para El Salvador de emitir nada”. “No solo es un tema de tasas, si no, si hay disponibilidad de recursos e interés, hasta donde me comentan (se refiere a inversionistas) no hay factibilidad de emitir”, sumó.