El tanque de pensamiento presentó este jueves su Informe de Coyuntura Económica, que en esta edición contiene un análisis del desempeño reportado al cierre de 2018 y durante los primeros tres meses de 2019.
Utilizando el número de cotizantes al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), por ser lo más aproximado para medir el comportamiento del mercado laboral formal, Fusades indica que entre 2014 y 2018 se crearon 49,972 plazas. La cifra, indicó Pedro Argumedo, analista de Fusades, no logró cumplir ni un año de demanda laboral.
El tanque de pensamiento estima que cada año ingresan 50,000 salvadoreños a la fuerza laboral, por lo que en esos cinco años debieron generarse 250,000 empleos formales para cubrir esa demanda. No obstante, la economía solo logró cubrir el 19.99 % de esas necesidades de un puesto de trabajo.
Dado que solo se abrieron 49,972 plazas, se puede inferir que los restantes 200,028 salvadoreños se incorporaron al mercado informal o se quedaron sin empleo.
Solo el año pasado se lograron generar 11,748 puestos de trabajo. Si solo se toman los del sector privado, éstos aumentaron en 12,898, mientras los del público se redujeron en 1,150.
En enero de este año, el dato más actualizado para 2019, el ISSS reportó 843,798 cotizantes, sin incluir trabajadores domésticos. Esto implicó 5,758 nuevos empleos respecto a diciembre de 2018.
Del total de empleo formal, 676,567 fueron del sector privado y el resto del público.
Un acuerdo por el empleo
Fusades consideró que la administración de Nayib Bukele, quien tomará las riendas del Ejecutivo este 1 de junio, se encontrará con un entorno retador: una economía nacional amenazada por un menor crecimiento mundial y unas finanzas públicas limitadas.
“La prioridad número uno (en materia económica) debe ser la generación de empleo”, consideró Álvaro Trigueros, jefe del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de Fusades.
Pero la generación de más empleos formales pasa por crear las condiciones para atraer más inversión privada doméstica y extranjera, añadió.
No obstante, el entorno desfavorable es una oportunidad para que el nuevo Gobierno lidere un acuerdo público y privado que contemple la recuperación de la inversión, logrando crear los 50,000 empleos formales que se demandan cada año, continuó el tanque de pensamiento.
También este acuerdo debe generar confianza y aumentar los fundamentos para la competitividad; así como aplicar más disciplina en el gasto público para reducir la deuda, añadió Fusades.