Pérdida de empleos, cierre de empresas, mayor pobreza, muertes y traumas psicológicos son algunas de los efectos que ya genera la pandemia del covid-19 en El Salvador, una crisis que ocasionaría que la economía deje de producir cerca de $2,378 millones en 2020, prevé la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

El escenario previo a la pandemia era positivo para El Salvador y se esperaba un crecimiento de 2.5 % para 2020 por mayores perspectivas de inversión privada, sobre todo por construcción que impulsó el dinamismo económico en 2019 a una tasa de 2.4 %.

La proyección inicial indicaba que el Producto Interno Bruto (PIB, que mide la producción de bienes y servicios) llegara a $27,725.5 millones al cierre de 2020. Sin embargo, tras casi cinco meses de confinamiento y un tenue regreso de las actividades empresariales fuertemente golpeadas, estas previsiones se dieron a la baja tanto por organismos multilaterales como por el Banco Central de Reserva (BCR).

Mientras que el Banco Central prevé una caída entre -6.5 % y -8.5 %, Fusades vaticina una contracción de -8.8 % del PIB nominal. Según esta proyección del tanque de pensamiento, contemplada en un análisis económico publicado ayer, la producción de bienes y servicios llegaría a $24,644.6 millones al término de 2020.

Si esta cifra se compara con el PIB nominal de 2019, que cerró en $27,022.6 millones, significa que el país perdería $2,378 millones. En tanto, frente a la proyección inicial del PIB lo dejado de producir es de $3,080.9.

 

Urgen metas fiscales

En 2020 se romperán muchos récords en materia fiscal y dejará a El Salvador en una situación crítica para los próximos años, que requerirá una disciplina y manejo de los recursos económicos para rescatar la sostenibilidad de las finanzas.

Fusades destacó en su análisis que si no hay rescate a la estabilidad se condena al país a un “retroceso más severo”. “Apelar para que el Estado presente finanzas sanas es pensar en la nación y en cada uno de sus habitantes. Si no se logra este objetivo, se carga al ciudadano con un complicado contexto de incertidumbre y otro obstáculo para recuperar su situación económica, provocada por el covid-19”, indicó.

Para esta institución, cumplir con la Ley de Responsabilidad Fiscal de mantener una tendencia creciente de la deuda para 2030 igual o inferior al 60 % del PIB requiere tanto de crecimiento económico alto como un ajuste fiscal.

En una serie de escenarios fiscales que elaboró se plantea que solo con tasas de crecimiento sostenido entre 5 % y 6 % en la próxima década, y aplicando un ajuste fiscal profundo de 5.2 % y 5.8 % del PIB se podrá alcanzar esa meta para 2030.

Hasta el momento, Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda, ha criticado que durante las anteriores administraciones las políticas fiscales se enfocaban en gasto y deuda y ha asegurado que en su gestión su mayor estrategia será el combate a la evasión fiscal con los cual espera un equilibrio fiscal.

Sin embargo, los datos revelan que El Salvador dista de lograr un equilibrio pues se prevé que cierre en 2020 con una deuda que supere el 92.6 % del Producto Interno y llegue a $22,822.1 millones, mientras que el déficit fiscal -la brecha entre el gasto e ingresos del Gobierno-aumentaría de un 3 % previsto inicialmente a un 14.4 % del PIB y representaría $3,537.3 millones.



Escenarios fiscales para el país

 

Crecimiento

Antes del covid-19, se espera que el PIB experimentara un crecimiento a $27,725.5 millones. Ahora, Fusades prevé que se reduzca a $24,644.6 millones. Se perdería una producción de $3,080.9 millones frente a las estimaciones o de $2,378 millones si se compara al PIB de 2019 en $27,022.6 millones.

 

Déficit:

Esta brecha ocurre cuando los gastos son mayores a los ingresos del Estado. Se previó en el presupuesto de 2020 que sería de $855 millones, equivalente a un 3.1 % del PIB. Con el impacto de la pandemia, Fusades advierte un incremento a 14.4 % y llegaría a $3,537.3 millones. El déficit aumentaría $2,682.3 millones.

Deuda:

Inicialmente se esperaba que fuera 71.7 % del Producto Interno Bruto y llegará a $19,880.3 millones en 2020, según proyecciones en el presupuesto 2020. Pero con la pandemia se incrementaría a 92.6 % del PIB y llegaría a $22,822.1 millones.

La deuda aumentaría $2,941.8 millones, según las estimaciones de Fusades.