Estados Unidos y El Salvador alcanzaron este viernes un acuerdo sobre el asilo orientado a frenar la migración irregular, convirtiendo a este violento país centroamericano en un destino potencial para refugiados.

El acuerdo migratorio fue anunciado en una rueda de prensa conjunta en Washington por el secretario interino de Seguridad Interior, Kevin McAleenan, y la canciller salvadoreña, Alexandra Hill.

"Hoy estamos felices de anunciar la firma de un acuerdo de cooperación entre Estados Unidos y El Salvador", dijo McAleenan.

El jerarca explicó que "el núcleo de este acuerdo es reconocer el desarrollo de un sistema de asilo propio de El Salvador y ayudarlos a desarrollar esa capacidad".

McAleenan dijo que un uso potencial del acuerdo es que "los individuos que crucen por El Salvador puedan buscar protección ahí".

Hill, en tanto, afirmó que "necesitamos apoyo en dos asuntos. Necesitamos mejorar la seguridad y combatir las pandillas y necesitamos más iniciativas de inversión de Estados Unidos y de otros socios".

- Acuerdos con México y con Guatemala -

Para McAleenan este acuerdo se suma al "buen trabajo" que Estados Unidos está haciendo con Guatemala, que junto con El Salvador y Honduras conforman el Triángulo del Norte de América central, de donde la gente migra hacia Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia.

Según el funcionario, en los 100 primeros días del gobierno de Bukele la cantidad de salvadoreños detenidos cruzando irregularmente la frontera con Estados Unidos cayó 62%.

Esta cifra se da en un contexto de que las detenciones de migrantes en la frontera han bajado en los últimos meses desde que Estados Unidos firmó un acuerdo con México en junio.

En agosto las detenciones bajaron 22%, a 64.000 aprehensiones.
Desde México, el canciller Marcelo Ebrard anunció a principios de mes que la migración irregular había disminuido 56%.

A finales de agosto McAleenan visitó El Salvador donde se reunió con Bukele y firmó un primer acuerdo de cooperación en materia de migración y seguridad para combatir las violentas pandillas.

Según el pacto alcanzado San Salvador, ambos países "reafirmaron su compromiso de trabajar de manera colaborativa" en el combate a la migración ilegal hacia Estados Unidos y en "apoyar la seguridad fronteriza, especialmente contra redes de trata y contrabando".

Trump declaró en 2018 una política de "tolerancia cero" en la frontera con México ante la creciente llegada de indocumentados, la mayoría familias de Centroamérica.






De acuerdo a declaraciones del asesor presidencial estadounidense Mauricio Claver-Carone en una conferencia de prensa telefónica, Estados Unidos busca poner fin a los asilos fraudulentos y además los los solicitantes de asilo legítimos –por persecución política, religiosa, étnica, entre otros– lo soliciten antes a un país de tránsito que pedirlo a los Estados Unidos.

El funcionario estadounidense explicó que si un venezolano o nicaragüense sufre persecución no sería perseguido en El Salvador, destacando que no solo Estados Unidos sería un territorio en donde estas personas se encontrarían protegidas.

Consultado por Diario El Mundo sobre la capacidad de asilo que tiene El Salvador respondió que Estados Unidos, directa o indirectamente a través del Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), ayudará para actuar “consistentemente” al flujo y a su capacidad.

La estrategia de los Estados Unidos es contener la migración ilegal por razones económicas y atender las legítimas solicitudes de asilo de una manera regional y no solo por Estados Unidos.

El director ejecutivo de la organización no gubernamental Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami), César Ríos, rechazó el acuerdo en declaraciones a la AFP en San Salvador, pues consideró implica que el país centroamericano se presta a las políticas migratorias de Estados Unidos.

"La firma de un acuerdo de cooperación de asilo significa que estamos prestando nuestro país para la aplicación de una estrategia de contención", indicó Ríos.