El café de excelencia de El Salvador se ha vendido hasta 90 veces más caro que el precio cotizando en la Bolsa de Valores de Nueva York, logrando un precio histórico de $9,600 por quintal en la cosecha 2016/2017, indican las estadísticas del Consejo Salvadoreño del Café (CSC).

También conocido como microlotes, el café diferenciado es considerado exclusivo en el mercado internacional porque proviene de una finca con estándares de alta calidad y con técnicas de cultivo personalizadas.

Los datos del CSC revelan que El Salvador exportó 31,359 quintales de café de excelencia en la cosecha 2017/2018, con un precio promedio de $323.77. Esto es $206.12 más (175 %) que los $117.65 pagados en la bolsa de Nueva York.

Sin embargo, estos promedios son inferiores al histórico logrado en la cosecha 2016/2017, cuando Reino Unido pagó $9,600 por cada quintal de café diferenciado salvadoreño. Este valor fue, incluso, superior al que obtuvo el café de Taza de Excelencia en el mismo ciclo, con $9,570 por quintal que pagó Japón.

Hugo Hernández, director ejecutivo del CSC señaló que si bien los precios son atractivos, el país no vende grandes volúmenes, pero “son alternativas ante la caída de precios internacionales” porque “el microlote le permite al caficultor dar una personalización a la calidad y perfeccionar la técnica”, indicó Hugo Hernández, director ejecutivo del CSC.

El funcionario detalló que un microlote contiene 22 a 27 quintales de café y la región Alotepec es la que mayores precios ha obtenido en las últimas cinco cosechas.



Un modelo en crecimiento

Las exportaciones de microlotes aumentaron 4,730 quintales en el ciclo 17/18, 17.7 % más que los 26,629 quintales del período 16/17.

Comparado a la cosecha 13/14, según el CSC, las exportaciones se duplicaron, al aumentar 16,278 quintales frente a los 15,081 que se vendieron hace seis años por un precio promedio de $352.51.

Aunque el precio de la última cosecha es menor -$28.74 más bajo que en el ciclo 13/14-“se mantiene la rentabilidad y conveniencia indiscutible” para los productores “que tienen que apuntarle a otros mercados y salir de lo tradicional”, manifestó Hernández.

De la anterior cosecha, Norteamérica compró el 36.6% y Europa adquirió el 30.1 %. Los países asiáticos se mantuvieron con una participación del 27.6 % y Oceanía en 5.3 %.

Latinoamérica compró 0.4 %, donde destacan Argentina y Paraguay, que pagaron hasta $266.89 por quintal.