Los combustibles se encarecieron en 2018. / DEM


El Salvador pagó durante 2018 casi $300 millones más por sus importaciones de petróleo y derivados, como reflejo del encarecimiento de esta materia prima en el mercado internacional.

El Banco Central de Reserva (BCR) publicó ayer las estadísticas del comercio exterior al cierre de 2018. La fuente oficial informó que la factura petrolera ascendió a $1,588.89 millones al cierre del año pasado, un aumento de $299.49 millones en comparación con los $1,289.4 millones registrados en 2017.

En términos porcentuales, el país pagó 23.23 % más por sus importaciones de crudo y derivados. “El mayor gasto se registró en gasolina con $117.6 millones adicionales, diésel ($137.1 millones más) y gases licuados ($42.4 millones más)”, informó el BCR en un comunicado.

Las importaciones de aceites de petróleo, hidrocarburos y gas sumaron $838.85 millones, $125.54 millones más que el año anterior (17.6 %); mientras las compras de aceites de petróleo alcanzaron $750.03 millones, $173.94 millones adicionales a las registradas en 2017 (30.19 %).

La factura petrolera de 2018 fue la más alta de los últimos tres años. Después de las reducciones que se reportaron entre 2014 y 2015, los precios de los combustibles retomaron la tendencia al alza durante 2016 y 2017.

Ese ajuste al alza demuestra que ya rindió frutos el acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otras naciones de recortar su oferta del crudo, entre otros factores.

Este pacto empezó a aplicarse en 2017 y se mantuvo durante 2018. Este año también se ha renovado el compromiso de contener la oferta de petróleo. El objetivo es aumentar los precios del crudo, puesto que en años anteriores se mantuvo bajo ante la sobreoferta en el mercado.