El Salvador urge de un pacto para estabilizar sus cuentas fiscales.

Una agencia calificadora de riesgo soberano y dos bancos de inversión advirtieron ayer que la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y del fiscal general de la República -y un creciente enfrentamiento de posturas entre la administración Bukele con el gobierno de Estados Unidos- puede afectar la negociación de El Salvador -en curso- con el Fondo Monetario Internacional (FMI).


El banco británico Barclays y el estadounidense Stifel, junto con la agencia de riesgo soberano Moody’s publicaron ayer informes especiales sobre la coyuntura salvadoreña y todas coinciden en que existe el riesgo de un cierre del acceso al ente multilateral.


“Aunque nuestro escenario base sigue contemplando que el gobierno obtendrá financiamiento de entidades multilaterales después de llegar a un acuerdo integral sobre medidas de consolidación fiscal, las preocupaciones expresadas por el gobierno de EE.UU. y la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre los eventos ocurridos el sábado puede apuntar a que El Salvador enfrentará dificultades para obtener suficiente financiamiento oficial y de manera oportuna”, dijo en un análisis Ariane Ortiz-Bollin, VP Senior Analyst de Moody’s Investors Service.




El analista destacó que esta situación agrega “riesgos crediticios adicionales dadas las presiones de liquidez”, Ariane Ortiz-Bollin, VP Senior Analyst de Moody’s



Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda, reconoció ayer que el domingo 2 de mayo, un día después de la destitución de los magistrados y el fiscal, tuvo conversaciones con representantes de los organismos multilaterales.


Esta situación (tensión política) agrega riesgos crediticios adicionales dadas las presiones de liquidez que enfrenta el soberano”.










Fitch estimó la semana pasada que el Gobierno busca un ajuste fiscal del 4 %, del que 2 % es reducción de gasto y 2 % por mejora tributaria.

“Ayer (domingo) tuvimos llamados con varios representantes de los organismos multilaterales, con algunos inversionistas, que nos llamaron y están viendo la situacion en El Salvador y están tranquilos y nos han confirmado que todas las operaciones con el país continúan. Nuestros lazos son fuertes”, dijo Zelaya en la entrevista en el estatal Canal 10.


El funcionario añadió que hay confianza de parte de los organismos multilaterales, los inversionistas y la población empujada por la nueva Asamblea Legislativa dominada por el oficialismo desde el pasado 1 de mayo.



Choque


Pese al optimismo de parte del ministro de Hacienda, por la tarde los senadores estadounidenses Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores en el Senado, y Patrick Leahy, presidente del Comité de Asignaciones del Senado, pidieron a la administración Biden que coordine con el FMI para dejar claro que el apoyo financiero de Estados Unidos al gobierno de Nayib Bukele “debe depender del respeto por la democracia, la independencia judicial y el imperio de la ley.


El banco británico Barclays advirtió que las tensiones políticas socavan las relaciones entre el presidente con las instituciones financieras estadounidenses y multilaterales. Por su parte, la firma estadounidense Stifel advierte que existe riesgo de no alcanzar el acuerdo fiscal con el FMI, clave para gestionar más recursos con otros multilaterales y surgen dudas sobre qué rumbo tomará el país en busca de fondos.


Ortiz-Bollin recalcó que al inicio del año, Hacienda estimaba que requeriría financiamiento multilateral adicional al ya aprobado por aproximadamente $1,680 millones, es decir, el 6.4 % del Producto Interno Bruto para cubrir sus necesidades de financiamiento.



Moodys: El país tendrá dificultades


“Aunque nuestro escenario base sigue contemplando que el gobierno obtendrá financiamiento de multilaterales después de llegar a un acuerdo integral sobre medidas de consolidación fiscal, las preocupaciones expresadas por el gobierno de EE.UU. y la OEA sobre los eventos ocurridos el sábado pasado puede apuntar a que El Salvador enfrentará dificultades para obtener suficiente financiamiento oficial y de manera oportuna”.



Barclays: Tensiones políticas socavan la relación


“El aumento de las tensiones políticas socava las relaciones de (presidente Nayib) Bukele con el Instituciones financieras estadounidenses e internacionales, incluido el FMI, y profundiza nuestras preocupaciones sobre la posibilidad de una acuerdo (...) La nueva legislatura se instaló el sábado 1 de mayo, pero en lugar de enviar señales de un acuerdo con el FMI, el gobierno está priorizando su agenda política”.



Stifel: Dudas sobre el rumbo de la administración


“(El enfrentamiento con EE.UU.) pone en tela de juicio el programa del FMI que se está negociando actualmente, deja preguntas como si Bukele quería un programa sabiendo que había obtenido financiación en otra parte. Primero vendría a la mente China, pero dudamos que el país esté listo para extenderlo ¿O Bukele simplemente está desafiando a EE. UU. para precipitar una crisis financiera al no permitir que el programa continúe?”.