Ante la reciente alerta mundial por el virus de Wuhan, coronavirus, surge la duda ¿El Salvador está preparado para tratar con él, ante el escenario de su aparición en territorio nacional?.

El infectólogo y exviceministro de salud, José Ernesto Navarro Marín, advirtió ayer que el país no tiene la capacidad para detectar virus nuevos.

“No existe vacuna, no hay medicamento y aquí en el país para detectar un virus nuevo no tenemos capacidad de detectarlo a nivel de laboratorio”, dijo ayer el exfuncionario en la entrevista televisiva de Frente a Frente.

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos “no existe un tratamiento antiviral específico recomendado para la infección 2019-nCoV (coronavirus). Las personas infectadas deben recibir atención de apoyo para ayudar a aliviar los síntomas”, dice un apartado de su sitio web.

Los coronavirus son una familia de virus respiratorios que pueden causar enfermedades que van desde una gripe común hasta el síndrome respiratorio de Medio Oriente y el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS).

La cepa de este coronavirus encontrado en noviembre del 2019, que hasta ayer había matado a 25 personas, inició en un mercado en la ciudad de Wuhan, China y hasta ayer se había esparcido a unos 10 países, incluyendo Estados Unidos.

“Cuando un humano ya es infectado, este, a través de secreciones bronqueales, al toser, de la faringe, hace que otras personas se contagien”, dijo ayer el infectólogo Navarro. Añadió que el periodo de incubación puede durar entre cinco y 14 días.

Ayer, la Dirección de Migración y Extranjería salvadoreña dijo que han activado los sensores de temperatura para vigilar a los viajeros que ingresan y van en tránsito, además dijeron que no restringirán la entrada a personas que procedan de China.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó ayer que es “demasiado pronto” para decretar que el virus constituya una “urgencia de salud pública de alcance internacional. “No se equivoquen, es una urgencia en China. Pero aún no es una urgencia sanitaria mundial. (Aunque) podría convertirse en ello”, declaró en rueda de prensa el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.