Durante las últimas nueve semanas hemos escuchado cada semana que “esta semana será la peor y la de mayor contagio” han pasado al menos 65 días y en promedio la letalidad se mantiene en 2% del total de personas infectadas, y del total de nuestra población estimada para el año 2020 los infectados oscilan en 0.025%; a la fecha la Universidad Francisco Gavidia (UFG) es la que por medio de su observatorio y una serie de profesionales en un equipo multidisciplinario han estado más acertados, con el liderazgo del Dr. Óscar Picardo, y en buen salvadoreño “le han pegado a los datos que proyectaron” no es un invento, son las ciencias y el conocimiento de método científicos y estadísticos aplicados a la salud que debieron ser considerados para los planes y estratégicas, una lección más para todos los funcionarios y políticos que deben permitir la asesoría y asistencia técnica.

La semana anterior les animé a “no tener miedo” a salir del estado de pánico y apocalíptico. Esta semana quiero compartir algunas sugerencias para cuando hagamos el retorno escalonado a las actividades de trabajo y económicas del país sea cuando se autorice, lo cierto es que llegaremos a ese dia uno del nuevo proceso de lo que serán cambios algunos temporales y otros permanentes en los centros de trabajo.

Muchas entidades económicas no importando su tamaño y giro no han cumplido las leyes vigentes de seguridad e higiene, no han conformado ni su comité, ni recibido las capacitaciones y adiestramiento. Pero asumamos que ya se pusieron al día, estarán obligados a cumplir protocolos de higiene y salud para evitar contagios de covid-19, multas y cierres de su negocio o empresa; para ello asumo que el Ministerio de Salud y Trabajo harán un trabajo de lineamientos técnicos; en materia económica, y yo sugiero en salud deberíamos adoptar un modelo de semáforo de alerta de salud cada semana, que se mida por zonas en el país y por actividad económica que nos permita medir con instrumentos técnicos y no que quede al criterio de un funcionario o empleado del estado.

Los criterios básicos y más reconocidos pueden ser:

  1. La distancia física al menos a dos metros con colaboradores asintomáticos y sin ningún riesgo médico.

  2. Control de acceso e ingreso a las instalaciones y equipos de protección: toma de temperatura corporal, asignar enfermera o enfermero, agua, alcohol con gel con la proporción recomendada, mascarillas adecuadas, careta plástica o lentes, alfombras para zapatos con desinfectante adecuado, toallas desechables en baños.

  3. Logística de operaciones y servicio: horarios diferenciados, escalonados, alternos en comidas y operaciones internas, programa de limpieza y mantenimiento riguroso, ventilación natural, señalización vertical y horizontal, protocolo de servicio al cliente, entre otras.


Lo más complicado en mi opinión es la cultura y educación de todos, tanto líderes como colaboradores hemos ignorado a la medicina, a las ciencias de la salud, profesionales de la medicina y de la salud e higiene ocupacional, será el gran desafío lograr la conciencia y contribución de todos y todas, ya que hace más de cien años hay estudios e investigaciones que mucho de lo que haremos ya se había recomendado. Por lo que será necesario hacer ajustes a los reglamentos internos de cada empresa para poder brindarle estricto cumplimiento por la salud de todas y todos, y que todo el sector productivo se reactive y comience a generar negocios y oportunidades de trabajo que permita el desarrollo integral de El Salvador.