Los sindicalistas dicen que el ministro de Trabajo está teniendo injerencia en el sindicato. / Roxana Lemus


El Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (STISSS) aseguró ayer que el Ministerio de Trabajo pretende tener injerencia dentro de la entidad y señala que la cartera de Estado se ha convertido en un “lacayo de la empresa privada”, que busca tener “organizaciones sindicales débiles”.

En conferencia de prensa ofrecida ayer, el secretario de organización del STISSS, Roberto Méndez, afirmó que el problema no “es una disputa por los recursos que tiene el sindicato”, sino la injerencia del ministro de Trabajo, Rolando Castro, quien responde a los intereses “de la empresa privada” para debilitar al sindicato y privatizar el Seguro Social.

“Han tratado de manejar este problema como que es una disputa por los recursos que tiene el sindicato, ese problema tiene a la base la injerencia del ministro de Trabajo en nuestros asuntos internos; los sindicatos, de acuerdo a la legislación de este país, tenemos el derecho de autogobernarnos, son los trabajadores en una asamblea general los que deciden quién dirige nuestra organización”, dijo Méndez.

Por su parte, Armida Franco, secretaria general del STISSS, explicó que la junta directiva del sindicato se elige todos los años el 15 de diciembre; por lo tanto, la nueva junta apoyada por el Ministerio de Trabajo no ha sido elegida ni legal ni democráticamente.

“El Seguro Social toda la vida ha querido ser privatizado; es una gallinita de los huevos de oro para la gran empresa y es lo que nunca han podido, porque han tenido una piedrita en el zapato y es el STISSS”, recordó.

El pasado domingo por la noche un grupo de personas intentaron sacar con violencia a miembros de la actual junta directiva del STISSS, de las instalaciones que ocupan en un hospital del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).

La pugna, explicó Franco, se originó porque el Ministerio de Trabajo extendió credenciales a Ricardo Monge, quien no labora en la autónoma, y a otras personas que lo apoyan para conformar una nueva junta directiva. Sin embargo, los sindicalistas argumentan que los miembros de la junta deben ser elegidos en elecciones y no por una institución.

El Ministerio de Trabajo, en un comunicado, se desligó del conflicto y dijo que es un problema entre trabajadores sindicalizados.