Con la llegada del nuevo Gobierno, hemos visto un comportamiento del Viceministerio de Transporte al que no estábamos acostumbrado: darle valor a las denuncias del pública y dar una oportuna respuesta a las mismas.

Esto nos empodera como ciudadanos y habla muy bien de una autoridad comprometida con cumplir su papel. Así hemos visto, unidades de transporte público denunciadas -generalmente en vídeo en redes sociales- por invadir carril, por manejar contra sentido o por subirse a arriates, etc., ser buscadas por las autoridades y sancionadas adecuadamente.

El episodio del agresor del gestor de tránsito es otro ejemplo de eso. Hubo una denuncia oportuna y una respuesta adecuada. La aleccionadora reacción terminó ayer en una conciliación y el pago de una suma de parte del agresor al agredido. Me imagino que muchos sujetos que suelen comportarse como matones en la calle, van a pensarla dos veces después de este caso.

Hay otros ejemplos de una reacción efectiva que se pueden mencionar y que han tenido respuesta positiva y vale la pena elogiar a las autoridades que cumplen su labor.

Pero es preocupante que aún hay otras instituciones donde no se tiene ese nivel de respuesta. Por ejemplo, ANDA. La empresa estatal de agua sigue siendo un dolor de cabeza para una gran cantidad de gente en el Área Metropolitana de San Salvador. Pasan días sin recibir agua y cuando se le reclama a la cuenta de Twitter de esa autónoma, hay ofrecimientos y promesas que rara vez se cumplen. El otro día vi que respondieron que el agua volvería por la tarde y un usuario aún reclamaba a las nueve de la noche.

Ojalá que todo el aparato estatal mejore en su capacidad de respuesta para beneficio de la población.