Esperan que la PNC localice a quienes causaron los incendios en el cerro Las Marías que han afectado el hábi-tat de los murciélagos. / Rosa Fuentes


Los caseríos Retiritos, Chagüitón y El Escalón, del cantón Honduritas, de Nueva Esparta, La Unión están preocupados por grupos de murciélagos que los visitan en las noches y ya han mordido a 30 personas, que han consultado en la unidad de salud Eco de ese municipio.

Según los pobladores, los animales son negros y miden entre seis y nueve centímetros. Braham Mejía, es un niño de siete años de edad y tiene dos mordidas de murciélagos, uno en el talón y otro en uno de sus dedos del pie. Dice que no sintió dolor al momento de la mordida, pero al despertar, en la mañana, su abuelo vio la cama y su sábana con mucha sangre y entonces empezó el dolor.

El pequeño fue llevado al establecimiento de salud y remitido a la unidad de salud de Polorós, en el mismo departamento, y hasta ayer pudo obtener la vacuna antirrábica humana.

La escasez de las vacunas antirrábicas humanas en la Unidad Comunitaria de Salud (Ecos) es una de las preocupaciones más grandes para la gente y las autoridades municipales, según explicó el edil de Nueva Esparta, Manrique Villatoro.

Agregó que han detectado la causa de las mordidas de los murciélagos, luego que el pasado lunes hicieran una inspección con la unidad de medio ambiente. “Personas desconocidas prendieron fuego al cerro Las Marías, el cual es el hábitat de los murciélagos, ya que ellos se alimentan de frutas y ahí habían árboles de manzana entre otras especies”, dijo el edil.

Ahora que no hay árboles con fruta, los mamíferos han llegado a las viviendas en busca de comida. El funcionario cree que el incendio fue provocado por personas que tienen resentimientos contra él y su concejo municipal, porque cerraron definitivamente los expendios de aguardiente en el municipio.

Braham Mejía, de siete años, fue mordido en el talón de su pie. / Rosa Fuentes


La quema del cerro ocurre desde hace un mes, pero el jueves de la semana pasada se intensificó. El alcalde dijo que han observado cusucos y culebras en las calles, pero lo más importante es evitar que los murciélagos sigan mordiendo a los humanos, porque temen una epidemia de rabia.

El doctor de la Ecos, Benicio Estrada, lamentó no tener vacunas antirrábicas humanas; relató que unos han consultado hasta 15 días después de las mordeduras, pero quienes han llegado inmediatamente se han tratado con suero inmunoglobulina antirrábico humano, esto para evitar el virus de la rabia.

Ya se están realizando las gestiones para conseguir las vacunas y, por el momento, los pacientes son enviados hasta el hospital de Santa Rosa de Lima, donde también escasean las vacunas.

“En la Eco no podemos tener vacunas porque éstas necesitan estar a temperatura fría y donde funciona el establecimiento de salud no hay energía eléctrica; sólo atendemos las consultas preventivas y los pacientes que requieren más atención médica son enviados hasta la Unidad de Salud de Polorós”, expresó.

Juan Carlos Mejía Celis, del caserío Los Retiritos, fue mordido por murciélagos en su dedo del pie el fin de semana y ayer viajó al hospital de Santa Rosa de Lima para que lo trataran.

Los pobladores están tratando de espantar los murciélagos con ajos, colocando mosquiteros en sus camas y cociendo creolina, “ya que los olores fuertes a estos animales no les gustan”, dijo.

El edil manifestó que espera que la Policía Nacional Civil colabore y se llegue hasta las personas que están dañando el hábitat de estos animales.