Los empresarios prevén que el ferry inicie operaciones en el primer semestre de 2020. CEPA aún afina los detalles del proyecto, que conectaría el puerto de La Unión con Caldera, en Costa Rica. / DEM


Mientras que el Gobierno anuncia que avanza con los preparativos para el ferry multimodal, el sector empresarial salvadoreño considera que aún falta realizar ajustes y no operaría hasta el primer semestre de 2020.

El proyecto se reactivó en junio de 2018 como alternativa para movilizar mercancías tras el bloqueo de medios de transporte de carga por la crisis de Nicaragua. Se comenzaron negociaciones con autoridades costarricenses para que conectara el Puerto de La Unión Centroamericana con Puerto Caldera, en Costa Rica. Sin embargo, surgieron inconvenientes en cuando a infraestructura, aduanas y trámites. Grupo Desacarga, la empresa autorizada para la operación del ferry, también tenía que realizar pruebas de optimización del sistema.

Tras varios intentos, no avanzó hasta el reciente anuncio de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) del establecimiento de mesas técnicas en las cuales “estamos afinando detalles para tener listo (el ferry) este mes”, publicó en redes sociales Federico Anliker, presidente de la empresa pública. Sin embargo, el sector empresarial considera que este proyecto podría operar hasta el primer semestre de 2020, dos años después de iniciadas las conversaciones.

“Yo creo que no vamos a ver un ferry en el primer trimestre, yo más bien creo que debemos apostarle al primer semestre. ¿Por qué? Porque me decía ella (representante de la empresa que ofrece servicios) que incluso puede tomar hasta tres meses en lo que traen el barco, lo adecua, y lo pone en función”, agregó Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport).

La vocera de Coexport señaló que apoya el proyecto “porque cree que es un excelente instrumento” que tiene “excelentes servicios para el exportador y para el que trae”. Además, Cuéllar indicó que como sector exportador impulsan una modalidad de transporte para que la empresa que ofrezca el servicio tenga la capacidad necesaria para que el ferry movilice a la unidad de transporte junto con el contenedor.

“Primero se tienen que asegurar que ambos puertos, no solo el de El Salvador, sino que ambos, le den las condiciones para que ellos empiecen a operar el ferry (…) que hayan espacios para aparcar las unidades, oficinas administrativas. Una vez eso se dé, entonces ya ellos toman la decisión de traer el barco”, puntualizó Cuéllar.

Luis Cardenal, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), comentó que el ferry “continúa siendo una posibilidad pero no tenemos conocimiento de exactamente de cuándo podría entrar en vigencia ni cuáles podrían ser los costos ni los volúmenes de movimiento que puedan darse”.

 

Administración a cargo de CEPA

Luis Rodríguez, comisionado Presidencial de Proyectos Estratégicos de El Salvador, comentó esta semana durante una entrevista televisiva, que el Gobierno aún no define el modelo de administración del ferry, pero “CEPA tiene la capacidad de poder operar”. “Cuando se vuelven cosas más complejas, sí, evidentemente, se necesita un apoyo de otras instituciones o de otros expertos privados para que las cosas funcionen mejor”, explicó.

Rodríguez agregó que “con base a los estudios” se conocerá “cuál va a ser el rol y la capacidad que nosotros (el sector público) tenemos para poderlo trabajar”. Luego se tomará “la mejor decisión si va a ser la institución (Cepa) la que puede con esto, si se va a trabajar una concesión o si se va por un asocio público privado”, puntualizó.