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Donald Trump tendrá suerte durante el Año de la Rata que empieza el sábado, auguran los maestros taiwaneses del feng shui interrogados por la AFP, que son en cambio mucho más prudentes sobre Enrique y Meghan.

El presidente de Estados Unidos ha puesto fin al Año del Cerdo de forma agitada. El primero es objeto de un juicio político y la famosa pareja acaba de cortar el cordón con el Palacio de Buckingham.

Pero si se cree a los expertos del horóscopo chino, Trump se va a librar en los próximos meses de sus problemas.

"Trump tiene un destino próspero" afirma a la AFP Gao Yu-lin, un maestro de feng shui de Taiwán, tras haber consultado su texto de "Yi Jing", o "Clásico de los cambios", un antiguo manual muy utilizado para las predicciones.

"Tiene el destino de un 'niño del paraíso' que tiende hacia un camino seguro y tranquilo, y que puede superar todos los obstáculos".

El arte del feng shui --que significa "viento y agua"-- tuvo siempre gran influencia en Asia. En China, Hong Kong o Taiwán, los habitantes siguen sus principios para arreglar sus casas y tomar decisiones, esperando maximizar su bienestar, suerte y fortuna.

- ¿Reelegido? -
El arte reposa en una antigua filosofía que considera que todos los acontecimientos son el producto de un sutil equilibrio entre los cinco elementos que forman el universo: el metal, la madera, el agua, el fuego y la tierra.

El calendario lunar y solar chino se inscribe en un ciclo de 12 años simbolizados cada uno por un animal, y asociados a los cinco elementos, creando así un sistema de combinaciones que se reiteran todos los 60 años.

El sábado, el año de la "rata de metal" sucederá al del "cerdo de la tierra".

Wang Hsin-yi, que basa sus previsiones en un sistema de pronósticos utilizado en los templos dedicados a la diosa del mar, Mazu, cree por su lado que Trump obtendrá un segundo mandato presidencial.

"La fortuna le va a sonreír en 2020. Hay muchas posibilidades de que consiga todo lo que emprenda", dice.

En cambio Tsai Shang-chi, un maestro feng shui basado en Taipéi, es más prudente.

"Sus posibilidades de reelección dependen también de la fortuna de sus adversarios", advierte.