Una mujer que usa una máscara respiratoria como parte de las medidas de precaución contra la propagación del nuevo coronavirus COVID-19, espera en la estación de tren Porta Susa en Turín el 10 de marzo de 2020. AFP


Ir a comprar cigarrillos o salir buscar los servicios de una prostituta ya no bastan para justificar un paseo nocturno en Italia, donde el coronavirus causó más de 600 muertos, confirmaron los infractores verbalizados.

Un hombre de 33 años fue sorprendido por la noche en Turín (norte) mientras paseaba. "El hombre, que parecía muy avergonzado, reconoció más tarde ante la policía que estaba buscando una prostituta", según la agencia AGI.

Otro, un desempleado de 40 años, fue interceptado a las 4H00 de la mañana a bordo de su automóvil por carabineros a los que aseguró que había salido a comprar cigarrillos pero, como se encontraba fuera de su municipio de residencia, la excusa no funcionó, según la misma fuente.

El gobierno italiano prohibió todos los desplazamientos que no estén estrictamente vinculados con el trabajo o con motivos de salud para tratar de frenar el brote de coronavirus.

Las primeras sanciones cayeron el martes con la verbalización de 48 personas que participaban en una procesión fúnebre en Sicilia, incumpliendo con las disposiciones impuestas por el gobierno.