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El secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (CNR), Jan Egeland, ha advertido este viernes a la Administración de Donald Trump de que los recortes que pretende aplicar a la ayuda que Estados Unidos destina a Centroamérica no solo son "crueles" sino "contraproducentes".

'Los Angeles Times' ha revelado esta semana que Trump planea redestinar más de 40 millones de dólares de la ayuda humanitaria asignada a Centroamérica para apoyar a la oposición venezolana. El presidente estadounidense ha amenazado en los últimos meses a El Salvador, Guatemala y Honduras con cortar directamente la ayuda si no frenan la emigración masiva de sus ciudadanos a la potencia norteamericana.

Miles de centroamericanos partieron el pasado mes de octubre desde el llamado Triángulo Norte --formado por esos tres países-- hacia Estados Unidos huyendo de la violencia de las pandillas y de la pobreza. La mayoría de los migrantes centroamericanos se han quedado varados en la frontera norte de México.

"La cruel retirada de la ayuda a las comunidades vulnerables no hará que la llamada crisis fronteriza desaparezca, sino que solamente alimentará el impulso de escapar de la miseria y buscar un futuro mejor", por lo que será "contraproducente", ha dicho Egeland en un comunicado.

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Egeland ha explicado que los recortes de la asistencia humanitaria "no afectarán a los políticos", que son quienes toman decisiones en materia migratoria, pero sí "castigarán a la gente más necesitada" porque "provocarán más miseria, más desesperanza y más caravanas hacia el norte", además de "revertir los avances" conseguidos en los últimos años.

A ello se suman "las crecientes restricciones a la política de asilo" de Estados Unidos, que ya ha cerrado con México y ahora negocia con Guatemala un acuerdo migratorio para que sean considerados 'tercer país seguro', de modo que los migrantes puedan esperar allí a que se resuelvan sus procesos de asilo en el vecino del norte.

"Una vez más, estas políticas intentan construir muros contra una profunda crisis, en lugar de abordar sus causas profundas", ha reprochado la ONG. Además, ha alertado de que estas devoluciones pondrán en riesgo a los migrantes porque les sitúan de nuevo en lugares donde sus vidas corren peligro, lo cual supone "una atroz violación del Derecho Internacional".

El CNR se ha mostrado seguro de que el flujo migratorio "no se reducirá con recortes, muros, acuerdos de devolución y políticas de asilo inhumanas". "La única forma de salir de la crisis en la puerta trasera de Estados Unidos es dar a la gente protección, trabajo, educación y esperanza donde viven", ha sostenido Egeland.

El jefe de la organización humanitaria, que estuvo en la ciudad hondureña de San Pedro Sula en diciembre, ha descrito "cómo la violencia armada de las pandillas, la mala gobernanza, la abyecta pobreza y el hambre han desplazado a decenas de miles de personas en Honduras, Guatemala y El Salvador".

"Muchos de los jóvenes que conocí en Honduras ya habían sido deportados de Estados Unidos y México y decían que lo seguirían intentando para escapar de la falta de esperanza (...). Se sentían abandonados por su país y por el mundo, lo que ha quedado probado cuando la nación más rica del Hemisferio Occidental recorta ayuda en lugar de invertir en esperanza", ha lamentado Egeland.