Laura Chinchilla cree que se debe dar espacio a la participación ciudadana. / DEM


La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, sostiene que los gobiernos en la región latinoamericana no están buscando el centro ideológico para gobernar “siguen gobernando alineados en un polo opuesto” culpando al liberalismo o al socialismo como excusa de lo que no solucionan.

Chinchilla parte de la idea de que la gente “vota por cambio” y no por ideología. Sin embargo, percibe que los nuevos gobiernos van dirigiendo el país ubicándose en uno de los polos.

“Entonces, hoy tenemos un escenario, que es una polarización como yo no recuerdo entre los discursos de los gobiernos y no quiere decir que la gente esté polarizada, pero esos gobiernos están generando una polarización que nos está generando mucho daño”, expresó.

Chinchilla sugirió a los gobiernos y los partidos políticos optar por permitir la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas. Explicó que los ciudadanos “no están dispuestos a limitar su participación a los procesos electorales” y que, “si no se les permite hacerlo de manera organizada, lo harán a su estilo”.

“Quito, Santiago, Lima, Puerto Rico, París, Beirut, más que asustarnos, deberíamos tomarlos como una alerta de que la democracia deje de concebirse como meramente democracia electoral”, expresó, sugiriendo proceso de consulta directa para que la gente opine sobre proyectos concretos.

En torno a la transparencia de los partidos políticos en sus procesos eleccionarios internos, señaló que “ya hay lecciones de cómo algunos partidos han desaparecido por no haber aprendido a escuchar a la gente, por no haber entendido la transparencia y la rendición de cuentas”.

Chinchilla sostuvo que en el reciente súper ciclo electoral en América Latina la gente acudió a las urnas “muy enfadada” y votó por una alternativa “por enojo”.

En El Salvador, Brasil y México son ejemplos. “Hubo un cambio radical y en los tres casos salieron sumamente dañados los partidos tradicionales”, dijo, sin prever aún consecuencias, por tratarse de gobiernos que recién inician sus mandatos.

“Me parece que estamos hablando de gobiernos con visiones diferentes, habrá que darles tiempo”, expresó.

En algunos casos, advirtió, hubo una caída de la popularidad porque las expectativas de la población “eran muy altas”, algo que aún no se observa en El Salvador y México. “Pareciera que los ciudadanos están dando tiempo”, afirmó.