El padre Doren es asesor espiritual del Colegio Highlands y ha sido vice Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación de El Salvador. Foto: Cortesía


Para muchos creyentes, son momentos de oración y de dudas también. La pandemia del coronavirus igual genera que muchos doblen sus rodillas ante Dios y otros se pregunten ¿Por qué Dios permite estas cosas? Preguntamos al Padre Dennis Doren Lahr, un sacerdote católico con una amplia experiencia en la pastoral juvenil y familiar y estas fueron sus respuestas a la luz de la fe. El padre Doren es asesor espiritual del Colegio Highlands y ha sido vice Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación de El Salvador.

Son tiempos difíciles para un ser humano y para un creyente. Uno suele entrar en conflictos de fe, en dudas. ¿Por qué Dios permite estas cosas? Es una pregunta frecuente. ¿Cómo se responde esa pregunta?

Es una pregunta frecuente ante la pandemia que estamos viviendo. ¿Cómo se responde a esta pregunta? Bueno, lo primero es que estos son hechos naturales. A lo largo de la historia, pues hemos tenido diluvios, hemos tenido plagas, hemos tenido pestes, hemos tenido maremotos, hemos tenido terremotos. Son realidades, pues, naturales que, se van dando por ciertas circunstancias, en este caso pues, es más bien una situación del hombre, una peste, una plaga. En ese sentido este virus, pues es el hombre que ha hecho posible que esto se dé y que pues, ha sido en contra del mismo hombre. ¿Por qué Dios lo permite? Porque está la libertad del hombre qué, pues realiza experimentos, que hace mal manejo de la naturaleza. Tal vez es una oportunidad de la naturaleza, nos está diciendo que estamos haciendo algo mal y tenemos que reconsiderar el trato que nosotros mismos le tenemos que tener a la naturaleza. ¿Esto tiene que influir en Nuestra fe? ¿nos tiene que hacer dudar? Yo creo que es más al contrario, es la oportunidad para acercarnos más a Dios para aferrarnos más a Él, si hemos estado alejados creo que es una oportunidad para humillarnos, no humillarnos, pero sí, que salga la humildad del hombre para decir “Señor esto nos sobrepasa tú tienes el poder Ayúdanos”, como la actitud que tuvo el Papa de hacer esa bendición Urbi et Orbi, en la cual nos hizo ver la necesidad de que le pidamos a Dios la gracia de que esta pandemia termine y es la oración del creyente que se ve necesitado de la acción de Dios en medio de lo que estamos viendo. Por lo tanto, es una oportunidad que tenemos, para que los que tenemos fe fortalecer más nuestra fe, sentirnos necesitados de Dios. Y aquel que, pues no tiene fe, ojalá que esto le ayude a ser, a mirar a Dios como alguien que está acompañándonos en medio de todo esto, acompañándonos en medio de estas decisiones que toma el hombre y, que sin duda también pues el sacará algo mejor para nosotros.

¿Cómo debe vivir un cristiano, un católico, un creyente en general, esta realidad desde el punto de vista de la fe?

Yo lo primero que diría es acudir a la sagrada escritura, cuando se nos narra por ejemplo, el diluvio, como estaba aquel pueblo, ¿Por qué Dios mandó ese diluvio? También podríamos preguntarles a las sagradas escrituras cuando Dios mandó la peste al pueblo de Egipto por tener cautivo al pueblo de Israel. ¿Qué pasó con Sodoma y Gomorra cuando fue destruida? Y de ahí para el creyente es decir “Bueno ¿y hoy esta pandemia que me dice a mí en torno a la fe? ¿Qué cosas hay en el mundo que no agradan a Dios? ¿Qué cosas hay en mi modo de ver, de ser, de estar en el mundo, que no están agradando a Dios, y que por lo tanto de una o de otra forma van contribuyendo para que se den este tipo de cosas? Yo siento que el mundo de hoy uno de sus grandes problemas es que es muy autosuficiente muy independiente, se cree Dios, ha dejado a Dios de lado y, por lo tanto, lógicamente, esa actitud de soberbia e indiferencia de creer que él lo puede todo pues, lógicamente pues esto a la luz de la fe nos dice como que hay algo en la actitud del hombre que tiene que cambiar que, por lo tanto pues es una señal de Dios, una palabra de Dios que, sin duda tenemos que tenerlo presente. Por lo tanto, es el momento para que el creyente pueda fortalecer su fe, pueda corregir aquello que, en su ritmo, en su modo de vida, de ser, pues no está agradando a Dios y que, pues haga una un cambio de vida, creo que eso para nosotros como hombres de fe es muy importante. Por otra parte, pues nos invita a tomarnos de la mano de Dios, a creer en su amor, en su misericordia en su presencia como lo decía el Papa, pues esta tempestad es para no dudar de Dios sino al contrario, para que realmente lo sintamos dentro de nuestra familia y que Él es el que por su fuerza, por su gracia aplaca todo eso tipo de tempestad o pues, está pandemia es en la que todos estamos sufriendo y estamos metidos.

¿Qué debo pedirle a Dios? ¿Cómo debo ver las señales de Dios en estas circunstancias?

Sin duda que lo primero que tenemos que pedirle a Dios es el sabio discernimiento de lo que Él nos está nos está pidiendo, cual es la voz que escuchamos de Dios en todo esto y, que pues, sea la oportunidad que tenemos para fortalecer nuestra fe y para tenerlo más cercano. Por otra parte, lógicamente hay que pedir por las personas que han fallecido, por todas las personas que tienen este contagio, para que Dios la sane, las cure, para que no haya más muertes. Y todo eso pues forma parte de nuestra oración y, también por las personas que están trabajando, médicos, policías, los que están trabajando para abastecer las cosas de nuestros hogares. Es decir, nos tenemos que solidarizar, unir entre todos los hombres agradeciendo y pidiendo por todos aquellos que de una u otra forma están participando de esta situación que estamos viviendo. Bueno, como creyente ¿Cómo debo ver las señales que Dios nos está dando esta circunstancia? Pues, creo que es muy sencillo. Veamos las señales que dio a Noé en el momento del diluvio, las señales que dio antes de destruir Sodoma y Gomorra. Creo que todo eso nos indica un poco la luz con la cual tenemos que ir nosotros viendo estas circunstancias y, por lo tanto pues que nos pide justamente en este tiempo de cuaresma ¿qué nos pide el señor cambiar? No veamos esto solamente como algo trágico negativo, sino como una oportunidad de parar, de reflexionar. Ahora que estamos en casa creo que es maravilloso el poder realmente es redimensionar el valor de la familia, que tal vez ya se había perdido. En todos los casos anteriores, el diluvio, de Sodoma y Gomorra, Dios habló y pidió que fuera una familia la que hiciera las cosas, entonces creo que Dios también habla a través de la familia y, muy especialmente ahora nos está hablando a través del lugar donde estamos que es nuestro hogar, con nuestros papás, con nuestros hijos con nuestros hermanos. Para que valoremos muchísimo más lo que tenemos y, así rompamos un poco esos ritmos que hasta el día de hoy un poco frenéticos hemos tenido.

En el encierro de la cuarentena: ¿Cuánto tiempo deberíamos tener para la meditación y la oración en casa?

creo que en esta circunstancia estamos en una situación muy privilegiada para dedicarle el tiempo necesario para leer las escrituras, para ver películas de santos de la iglesia, de la historia. Creo que hay muchas oportunidades en cuanto tiempo, por lo tanto, pues una oración, puede ser de la familia. La familia en la mañana, al levantarse todos juntos, bendecir los alimentos. Después al mediodía nosotros estamos transmitiendo la misa en directo con una pequeña adoración al santísimo de 20 minutos después, a las 12:35, por la tarde rezar el Rosario todos juntos, hacer una oración en la noche. Creo que, pues esos son momentos que a lo largo del día podemos dedicar para rezar, para estar unidos y, para pedirle a Dios por la familia, por el mundo, por la sociedad, por lo que estamos viviendo, por los que están afectados. Creo que es una oración que deberíamos aprovechar en familia para estar todos juntos

¿Cuánto ayuda retomar la fe a los confinados a sobrellevar el encierro y cómo enfrentar los miedos?

Creo que la fe nos da un punto de equilibrio muy importante en este periodo de confinamiento, porque la fe nos hace estar unidos a Dios, a ver a los acontecimientos. Su mano amorosa me da ese sentimiento y esa esperanza de que esto pasará, por lo tanto, la fe es un camino muy importante en medio de esta de esta cuarentena. Y ¿cómo enfrentar los miedos? Yo creo que los miedos, como bien decía el Papa a través de la confianza en Dios, a través de ese ambiente familiar, cercano, cariñoso, amoroso, donde todos se apoyan, conviven, comparten y, dónde hay realmente pues una un abandono total en Dios, sabiendo que Él está junto a nosotros en cada uno de los momentos, no tengamos miedo, hay que saber que Dios está aquí, saber que está con nosotros y, que nos está bendiciendo y que nos está queriendo realmente decir que junto a Él podemos romper, sacar y dejar atrás todos esos miedos.

¿Cómo enfrentar la enfermedad o la muerte de un ser querido en estas circunstancias de pandemia en las que ni siquiera puedo hacer un funeral?

Lo primero, con una gran paz, sabiendo que Dios es el que tiene el control de esa alma de esa persona, orando por ella y poniendo las manos de Dios en esta alma que ha partido y, en los momentos en que la posibilidad de asistir a una misa virtual live, ya sea en Facebook o Instagram, pedir por esa persona para que Diosito en su misericordia lo perdone. Sin duda que, pues si es una persona que ha sido católica y ha llevado su vida y su fe con seriedad con amor, con constancia, pues Dios no va a permitir que se vaya sin la gracia y el perdón de sus pecados. Por tanto, mucha confianza, mucha oración y pedirle a Dios por cada una de esas almitas.

¿Cómo encontrar entre familiares la armonía aunque se profesen diferentes religiones en situaciones como esta?

Independientemente del tema religioso familiar, yo creo que hay algo que a todos nos une en un mismo sentir, que es la enfermedad que ha afectado a nivel mundial a tantas personas por lo tanto más que el tema religioso tiene que estar aquí el tema humano. Somos todos parte de una realidad, formamos parte de un mundo, somos hermanos y por lo tanto, esta realidad tiene que estar por encima de sentimientos, deseos, profesiones religiosas diferentes, ahora, lo que nos une es la humanidad que está doliente, que está herida, tantos millones de personas afectadas, tantas personas que han muerto de las personas infectadas y, eso es el punto de convergencia en la cual todos tenemos que realmente enfocarnos y enfocarnos a través de la oración, enfocarnos a través de los sentimientos de acompañar a todas las personas que estamos viviendo de una u otra forma el mismo mal, el mismo pesar, el mismo sufrimiento. por lo tanto, que la familia este unida, que la familia se ame de una forma especial, que la familia este muy acogida, acompañada, protegida cubierta por lazos de amor de bondad de tolerancia de comprensión, de perdón. y eso creo que será de gran beneficio para todos.

¿Cómo le explico a los niños, desde la fe, la situación? ¿Cómo lo oriento?

Lo primero que le diría a los niños es que hay situaciones en la vida que se dan, como guerras como catástrofes naturales, como esta pandemia, en la cual se nos obliga a estar encerrados en casa cuidándonos y, que eso implica que valoramos mucho el hogar, porque en el hogar estamos cuidados, estamos protegidos, están nuestros papás junto a nosotros defendiéndonos de todo y que hay ciertas normas en la vida que hay que seguir. Por ejemplo, ahora si el presidente con su consejo, con su Estado Mayor ha determinado que tenemos que estar en cuarentena, tenemos que saber obedecer. ¿Por qué? Porque es un bien para todos porque si estamos fuera es muy fácil que nos podemos contagiar y el hombre tiene que saber poner los medios oportunos adecuados de prudencia para que una situación como la que estamos viviendo no se agrande, sino que esencialmente la paremos y la paremos colaborando con las autoridades, y pues un ejemplo concreto es El Salvador que, pues han sido muy reducidos los casos precisamente porque desde el inicio se tomaron medidas prudenciales y de restricciones para evitar que esto siga creciendo. Por lo tanto es un mal aparente, pero al mismo tiempo es un bien, ¿por qué? porque nos hace estar más en casa, porque nos hace compartir más en familia, porque ahora vamos a vivir una semana santa todos juntos como como un hogar que se ama, que se quiere y que sobre todo en medio de él está Diosito, siempre cuidando, siempre protegiendo siempre acompañado. Por tanto hay cosas humanas que pasan que el hombre es imperfecto, es débil, es vulnerable y que eso nos hace ver que pues, siempre hay que ponerse en las manos de Dios, acercarse a Dios, pedirle a Dios porque Él siempre escucha y está con nosotros

 

Recomendaciones especiales a los católicos

Si me enfermo y soy católico y caigo en peligro de muerte, no podré confesarme. ¿Cómo le pido perdón a Dios por mis pecados?

En estos días, tanto el Papa como la penitenciaría apostólica, nos han recordado que existe la contrición perfecta, en la cual el Cristiano católico delante de Dios hace un examen de conciencia, le dice sus pecados a Dios, le pide perdón de una forma muy especial por las faltas cometidas, especialmente si son pecados graves y mortales y, hace su acto de contrición y pues si él muere ese acto de contrición le perdona los pecados y pues Dios sin duda en su misericordia escucha y atiende esa oración. Si él se sana y segura es la obligación de él de confesarse en la primera oportunidad con un sacerdote presencialmente.

¿Cómo vivir la cuaresma en tiempos de cuarentena?

Sin duda que es una oportunidad para que todos los católicos vivamos este periodo de cuaresma centrados en el misterio, en el misterio de la pasión, de la muerte y la resurrección de Cristo, de la esperanza que nos trae su muerte y su resurrección, y por lo tanto avivar la fe en familia, desde casa, porque nos tocará realmente vivir todos los momentos de culto, todos los momentos de todas las ceremonias litúrgicas, vivirlas desde casa con mucha tranquilidad en familia por tanto creo que es vivir en familia el misterio de nuestra salvación en un ambiente de mucha paz, de mucha oración, siguiendo cada uno de los momentos que vamos a vivir litúrgicamente. Los momentos como el Domingo de Ramos, con el deseo de proclamar a Cristo como rey, y la semana santa, la cual pues, ahí está el sentimiento de dolor de sufrimiento de perdón, de pedirle perdón a Dios por lo que hemos hecho. Supone la muerte, acompañarla en su dolor haciendo el viacrucis, pues tantas realidades que ahora las tenemos que vivir diferente, ya no en la playa, ya no en el monte, ya no en lugares donde tal vez lo hemos vivido dispersamente, sino que, ahora viviéndolo realmente pues como el centro de la fe del cristiano como es la semana santa por tanto es un momento hermosísimo de retiro, de oración, de vivir de compartir con la familia, estar todos juntos viviendo la virtud de la caridad, la bondad, el servicio, el apoyo, el salir al paso cuando un hermano, un papá, un hijo, está un poco triste, desesperado. Pues creo que es un hermoso momento en la cual vamos a vivir nuestra cuaresma y nuestra Semana Santa.