Napoleón Campos


Napoleón Campos, salvadoreño estudioso de la política internacional y migratoria, cree que el equipo estadounidense encabezado por el enviado especial del Departamento de Estado, Ricardo Zúñiga, busca enlazar el plan Biden para Centroamérica y exhorta al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, a “reflexionar y rectificar” para recuperar la confianza de la administración Biden.

 

¿Cómo está cambiando la migración en El Salvador al pasar de Trump a Biden? ¿Disminuirá o aumentará la migración con Biden?

Hay que señalar un punto importantísimo, me molestó muchísimo que el presidente Nayib Bukele atendiera la petición del entonces presidente Trump de firmar el acuerdo de tercer país seguro. Lo dijeron organismos internacionales, que se trataban de acuerdos abominables e inhumanos. El presidente Bukele no hizo derroche de defender la soberanía nacional, se mostró de una manera desagradablemente genuflexa ante Donald Trump. Por ser acuerdos inhumanos que firmó con Jimmy Morales, Juan Orlando Hernández, el presidente Trump prefirió mirar a otro lado en lugar de ver la corrupción, las violaciones a derechos humanos, a la democracia, que ahora sí mira Biden y por eso una de las primeras medidas fue anular esos acuerdos.

El presidente Biden toma medidas nuevas en el caso de los niños sin acompañantes (pero) entra a todas las cuentas oficiales y ve este aviso de que las fronteras están cerradas. Aparentemente, la gente hace una lectura de los gestos humanitarios del presidente Biden como que va a haber una política de puertas abiertas en las fronteras terrestres de los Estados Unidos y eso no es así.

 

¿La disminución de migración no tuvo que ver con la mejoría de las condiciones de la región?

Definitivamente, no. Recordemos que todos los países del tercer país seguro se firmaron a finales de 2019 pero en la práctica ya había políticas de cierre de fronteras políticas radicales por parte de la administración Trump.

Yo creo que estos temas que tenemos en la Centroamérica de hoy, tan candentes, investigación al narcotráfico al más alto nivel en Honduras, los señalamientos de congresistas de ambos partidos sobre la corrupción en Guatemala y El Salvador, la visita que arranca en Guatemala por parte del jefe del equipo para Centroamérica del presidente Biden... Recordemos que el presidente Biden ha hecho el siguiente diseño: ha colocado la máxima cabeza del equipo para lo que ellos llaman Centroamérica, frontera sur, migraciones, a la propia vicepresidenta Kamala Harris y un equipo importante donde se identifica a la embajadora de carrera, Roberta Jacobson, luego viene el señor Juan González, del Consejo de Seguridad Nacional, el señor Ricardo Zúñiga, que está por llegar a Guatemala y vendrá en dos días a El Salvador, y la señora Katie Tobin, la profesional que más sabe de los temas migratorios. Espero que hablarán con las partes interesadas para avanzar en un tratamiento nuevo sobre el tema migratorio, sobre cómo piensan atar las inversiones, que entiendo no desean trabajar con los gobiernos corruptos de Centroamérica, sino inversiones directas o por intermediarios confiables del gobierno de Estados Unidos que entiendo yo es con estos con quienes vienen a hablar.
“Es tal el escándalo y la sentencia contra Tony Hernández, que viene a El Salvador y Guatemala sin dar a conocer una agenda y excluyen a Honduras porque en este momento es la papa más caliente de EE.UU. en el Triángulo Norte”.

¿Cómo ve usted los roces que ha tenido el presidente Nayib Bukele con congresistas de ambos partidos, últimamente con Norma Torres?, ¿hay consecuencias al país?

Consecuencias las hay. Recordemos que la señora Torres ha sido parte del gran equipo de la señora Kamala Harris, (quien), antes de ser parte de la fórmula presidencial, era senadora por California, viene de una trayectoria política importantísima como funcionaria pública del estado de California. Si alguien ha sido referente del Partido Demócrata en California es la señora Norma Torres; no es alguien para pelearse, sino alguien con quien trabajar en equipo, fue alcaldesa de Pomona, condado importante en California, es el cuarto periodo que ostenta como legisladora. Creo que eligió mal rival el presidente Bukele.

Pero en Estados Unidos, estas malcriadezas, estas anécdotas, se olvidan rápido, lo que no se olvida son los elementos de fondo de la política exterior. Tenemos claro, más con el informe de derechos humanos, que Estados Unidos va a hacer el uso de todo el arsenal diplomático, de todos los instrumentos del derecho internacional, para combatir y sancionar la corrupción, las violaciones a los derechos humanos, el atropello a las libertades fundamentales, ese es el telón de fondo y lo que se está jugando el presidente Bukele.

Creo que, por ahora, él ha perdido completamente la perspectiva en la relación bilateral con los Estados Unidos, cada exabrupto del presidente Bukele es para perder más confianza. Lo que no vemos en los mensajes del presidente Bukele en la relación con los Estados Unidos son mensajes constructivos, hasta ahora no he visto un solo tuit del presidente Bukele poniéndose a la orden del presidente Biden para el plan para Centroamérica, para ponerse a la orden de cómo combatir la corrupción en El Salvador.

Nuestros grandes socios como Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, son quienes deciden en una serie de organismos multilaterales, Estados Unidos es el principal contribuyente al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional, en momentos en el cual el ministro (Alejandro) Zelaya dice que está negociando un fondo de estabilidad con el FMI para El Salvador, esos fondos no son cheques en blanco. Las cláusulas democráticas, el respeto a la independencia judicial, al Estado de Derecho, el compromiso con el combate efectivo contra la corrupción, son universales; es la parte del rompecabezas que no acabo de entender del presidente Bukele.
“Estados Unidos va a hacer uso de todo el arsenal diplomático para sancionar la corrupción, las violaciones a derechos humanos, el atropello a las libertades, ese es el telón de fondo y lo que se está jugando el presidente Bukele”.

La Asamblea Legislativa aprobó la Ley contra el Tráfico de Personas y el presidente Nayib Bukele avisó que la vetará para que no criminalice la migración. ¿Cómo afecta esta postura al país?

Hay que tener mucho cuidado sobre lo que se está legislando. Universalmente es un crimen el tráfico de personas y esta ley apunta a la criminalización del hecho del tráfico de personas.

El secretario de Estado, Antony Blinken, en su presentación (del informe de derechos humanos), rescató casi literal las palabras del presidente Jimmy Carter cuando se presentó el primer informe en 1977, reconoció que los derechos humanos son universales. Blinken rescata esa visión, no le quiero decir que abre las compuertas a la migración, pero sí reconoce que quienes están dentro de Estados Unidos tienen derecho a que le sean respetados sus derechos fundamentales.

Al revisar la ley contra el tráfico ilegal de personas, se crean delitos de promoción al tráfico ilegal de personas o a guiar o albergar a víctimas de tráfico ilegal, ¿cómo corresponde esta ley al concepto de no criminalizar la migración?

Yo sí veo una separación. Todo el cuerpo fundamental de lo que aprobó la Asamblea va en coherencia con la normativa internacional.



¿Son dos cosas diferentes?

Sí, son dos cosas diferentes. En ningún momento, ninguna ley puede tocar el derecho a emigrar. Estoy muy tranquilo que lo se está debidamente criminalizando son esos hechos que usted apuntaba pero que guardan coherencia con las normativas internacionales sobre la materia. No se está criminalizando el derecho a migrar sino esas prácticas de tráfico de personas en todas esas modalidades y en todos esos grados de ejecución y de complicidad.

 

¿Cuáles deberían ser los principales temas con la delegación de Estados Unidos encabezada por Ricardo Zúñiga?

Se trata de una visita para enlazar aspectos políticos del plan regional con aspectos de orden operativo y técnico. Hay una tesis de que a mayor inversión se generan empleos dignos, y así se detiene la migración. Esa me parece que es la tesis. Creo que es una visita consultiva, entiendo que esta visita va a ayudar a darle cauce operativo a esta visión. La embajadora Jacobson lo dijo: no va a llegar ni un centavo partido por la mitad a los gobiernos corruptos. Tenemos información que Estados Unidos está robusteciendo sus oficinas del AID, hemos sabido que hay una oficina especial ya para el plan Biden que se ha montado en San José para darle un seguimiento general al plan para Centroamérica. Creo que esta gira va a ayudar a identificar los criterios que sirvan a su vez para identificar los socios confiables.

Me apena mucho que sea por la percepción de que aquí hay gobiernos corruptos, pero lo veo en positivo que esa ayuda pueda llegar de manera directa a quienes siguen trabajando en el terreno, como las iglesias, universidades, oenegés, Asociaciones de Desarrollo Comunal (Adescos).
“No se está criminalizando el derecho a migrar (en la ley contra el tráfico de personas) sino esas prácticas de tráfico de personas en todas esas modalidades y en todos esos grados de ejecución y de complicidad”.

¿Cómo afecta China?

China Popular no se está jugando intereses estratégicos. Yo creo que es más habladurías del Gobierno salvadoreño, de este acercamiento con China. Para China vender unos millones de dosis de algunas de sus tres vacunas no deja de ser un buen negocio en Centroamérica. No estamos en la guerra fría, los chinos su rival sigue siendo Taiwan, el rival de China en el fondo no es Estados Unidos y China ya obtuvo lo que quería en El Salvador, el reconocimiento diplomático, que se lo dio el anterior gobierno. Creo que se está sobrestimando el interés de China en Centroamérica.

Aquí hay algo interesante: el presidente Biden no ha dado reversa a una cantidad de decisiones que tomó el presidente Trump, las sanciones contra Cuba para un bloqueo parcial de remesas debido a las violaciones de derechos humanos que le imputa al Partido Comunista de Cuba, el reconocimiento a Juan Guaidó, la política de aislar al gobierno de Nicolás Maduro.

En Nicaragua, hay una ley específica. La gravedad de las sanciones contra Nicaragua las debe pensar muy bien el presidente Bukele porque existe un acta, Nicaragua Act, en la cual hay un bloqueo casi absoluto para préstamos internacionales, en este momento el gobierno de Daniel Ortega no puede acceder a préstamos. Hay un proyecto de ley que está por presentarse que va a profundizar las sanciones contra la tiranía de Daniel Ortega.

Con el caso de China, la rectificación que hizo el presidente Biden no es para echar atrás las políticas de confrontación del presidente Trump con China, sino para añadir que China no es enemigo, cosa que no es pequeña, Biden ha dicho a través de su secretario de Estado que no son enemigos pero que sí son adversarios y están compitiendo importantes escenarios internacionales. El país más señalado en el informe de derechos humanos es China.

Así, los chinos no están como muy interesados en meterse a un gallinero, esos son términos que se ocupan en la política internacional, en países como El Salvador como el de Nayib Bukele, en una etapa de confrontación directa y de desgaste como lo tenemos con Estados Unidos.

Es un momento de rectificación que ojalá, sea por el tema que sea –corrupción, migración, diáspora, derechos humanos, instrumentalización de la Policía y de la Fuerza Armada–, tenga el presidente Bukele un momento de reflexión y se decida por la rectificación, porque estamos por conocer, los congresistas que lo pidieron ya avisaron que tanto el Departamento del Tesoro como el Departamento de Estado les han enviado el borrador de un informe, no es la lista Engel, sino que bajo la Ley Magnitsky serían sancionados funcionarios señalados por corrupción y por violar el Estado de Derecho de los tres países del Triángulo Norte. Con la sentencia a la cadena perpetua de Tony Hernández, de Honduras, creo que tenemos el mensaje clarísimo que ha habido un giro en las relaciones entre Estados Unidos y Centroamérica. Ojalá que en El Salvador seamos muy conscientes de este giro y de este viraje.

 

El perfil


Napoleón Campos, experto en migración

Especialista en relaciones internacionales, integración regional y migraciones. Tiene 32 años de experiencia en temas de cooperación internacional y migración. Estudioso del cumplimiento de tratados internacionales y convenios internacionales suscritos por El Salvador.

Excandidato a diputado de partido político Nuestro Tiempo.