Manuel Escalante, subdirector del Idhuca


El subdirector del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (Idhuca), Manuel Escalante, cree que el error fundamental de las comisiones de investigación en Guatemala y Honduras ha sido el giro de la clase política y sugiere para una eventual Comisión de Investigación contra la Impunidad y la Corrupción en El Salvador (CICIES) un vaso comunicante con la sociedad civil. El objetivo, afirma, sería proteger los derechos humanos de los salvadoreños, algo que nunca han podido hacer los políticos.

 

¿Cuáles son las condiciones que debe tener El Salvador para crear una Comisión de investigación?

El primer componente central, para que las cosas comiencen bien, es tener claro cuál es la idea de para qué es una CICIES. Una Comisión de esta naturaleza tiene sentido en El Salvador si su objetivo es venir a fortalecer la protección y conservación de los derechos de los salvadoreños. No es tanto que venga a fortalecer a la Fiscalía o a fortalecer al Órgano Judicial, el objetivo sería que lo hiciera, pero son objetivos accesorios. El objetivo central creo es venir a proteger los derechos de los salvadoreños. ¿Y por qué una comisión que venga a proteger derechos de salvadoreños?, parecería contradictorio porque ya demostramos que los políticos salvadoreños no son capaces de proteger a los salvadoreños. En este esfuerzo, hay que hacer una relectura incluso de nuestra propia jurisprudencia constitucional, no tanto para cambiarla, sino para ubicarla, donde está el objetivo del Estado respecto a esa jurisprudencia es la persona.

 

Tomando los ejemplos de Guatemala y Honduras, ¿cuáles son los errores que se han cometido y que no deberían repetirse con una CICIES en el país?

El error fundamental es que los políticos cambien de postura, que los políticos apoyen este tipo de comisiones por motivos mas electorales que por convencimiento propio. En Honduras y Guatemala, las comisiones se crearon por presión social pero al final fueron posibles porque los políticos en el marco de elecciones la respaldaron. Ya cuando comenzaron a funcionar muy bien y a tocarle sus intereses, no les gustó. Guatemala tal vez ha sido el lugar donde más evidente ha sido, incluso han intentado reformar leyes para neutralizar a la Cicig y ahora con el presidente Jimmy Morales, que decidió no renovarle el mandato. El tema de comprometerse a una comisión es porque efectivamente se quiere contribuir a los derechos de los salvadoreños, el planteamiento no sería problema desde la sociedad civil, el problema sería de nuestra clase política, que agarren este tipo de temas solo con fines electorales y no con verdadera lógica de fortalecimiento institucional.



El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha tenido una postura fuerte contra la Cicig (Comisión de Investigación contra la Impunidad en Guatemala), ¿por qué ha sido muy criticada?

La Comisión ha contribuido a que se toquen intereses directamente del Presidente. El hijo y el hermano están en un proceso judicial apoyado por la Cicig, pero también no solo al Presidente se le han tocado intereses particulares sino también hay sectores que apoyaron al Presidente de manera directa, que también han sido tocados por la Cicig, por ejemplo, los militares. Jimmy Morales tuvo mucho apoyo militar, tal vez no la Cicig de forma directa ha llevado los casos del conflicto armado guatemalteco, pero el fortalecimiento que la Cicig le ha dado a la Fiscalía ha permitido que la Fiscalía pueda llevar esos casos. Rescatando lo positivo, las comisiones de esta naturaleza generan efectos dominó, entran a fortalecer un punto que es importante pero en la dinámica ese fortalecimiento se puede trasladar a otros espacios de Fiscalía o instituciones públicas.



El presidente Nayib Bukele está apoyando la creación de la Comisión en el país, ¿qué garantiza la transparencia si el Gobierno el que tendría un papel importante en la Comisión?

El primer punto importante que rescataría, más allá del contenido del acuerdo, es el método. Guatemala y Honduras, visto de la sociedad civil, han demostrado que estas comisiones han sido posibles y han logrado tener una continuidad de su trabajo porque la sociedad civil ha sido parte de los procesos de articulación. Si el presidente Bukele quiere incorporar o crear una comisión, creo que el diseño de esta comisión no debe ser de exclusiva responsabilidad de Casa Presidencial. En lugar de estar diseñando la Comisión, si es que lo está haciendo, adentro de las cuatro paredes de Capres, esa discusión debería estarla trasladando, si no quiere a todos los espacios sociales porque tiene resentimiento o recelo con algunos, pero al menos a los espacios académicos.

Ya hay suficiente experiencia acumulada desde la sociedad civil en el combate contra la impunidad, en el combate contra la corrupción, en el combate contra la violencia. Veamos todas las deficiencias que tiene nuestro Estado, vamos a ver que sociedad civil siempre ha estado ahí tratando que las cosas cambien, lo que ha faltado es la voluntad política para que los gobernantes formen parte de esos esfuerzos. Si él tiene ganas de hacerlo, que lo haga, pero no lo haga él solo, sino que también se apoye de estos grupos sociales interesados en apoyar sin fines electorales.

 

¿Qué desventajas podría traer al país la creación de una Comisión?

En este momento preverlas es difícil, la experiencia de cada país depende de su sistema político. Estamos viendo lo que ocurre en Guatemala y Honduras pero no son El Salvador. Hay claras diferencias, en esos países el sistema de partidos políticos es muy débil, la sociedad ha tenido que fortalecerse y articularse. En este país, tradicionalmente el sistema de partidos políticos ha sido muy fuerte y la sociedad civil, muchas veces los movimientos sociales, han dependido de los partidos más que ser autónomos, aunque hay un sector que sí lo es. Va a depender del impacto concreto en el sistema político para decir si va a haber una u otra debilidad. Lo que sí creo es, y yo así le apostaría, al final esta es una discusión nacional. Para garantizar que efectivamente esta comisión pueda fortalecer no solamente a la Fiscalía, a los jueces, acompañándolos, creo yo que también valdría la pena que esta comisión tenga un vaso comunicante con la sociedad civil, sobre todo con aquellas instituciones que pueden hacer litigio o querellas. Se me ocurre una idea, podría ser, para poner una discusión, las clínicas jurídicas de las universidades, ahí hay un espacio en donde las universidades están contribuyendo con el día a día a la defensa de los derechos de la ciudadanía. La comisión podría tener vasos articulantes con esas clínicas jurídicas y ahí ya no estaríamos hablando de partidos políticos, estaríamos hablando desde la academia. Esos son los elementos que deberían discutirse para evitar se den estos peligros que dependen de voluntades políticas, esto tiene que depender de voluntad técnica.