El presidente boliviano, Evo Morales, denunció este miércoles que está en marcha un "golpe de estado" promovido por sectores de derecha, y señaló que ejecutará medidas para "defender" la democracia, en momentos en que los resultados electorales confirman su victoria pero no aclaran si será sin necesidad de una segunda vuelta.

"Está en proceso un golpe de estado, quiero que sepa el pueblo boliviano, que hasta ahora humildemente soportamos para evitar violencia y no hemos entrado en confrontación", afirmó el mandatario en una declaración a la prensa.

Morales apareció ante los medios por primera vez desde los comicios del domingo y dio declaraciones en momentos en que comienza una huelga nacional que reclama una segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa.

Morales dijo estar "casi segurísimo" de que ganará las elecciones en primera vuelta, con el apoyo de sus leales bastiones electorales de áreas rurales para evitar un balotaje frente al opositor Carlos Mesa.

"Yo estoy casi segurísimo que con los votos de áreas rurales vamos a ganar en la primera vuelta", señaló el mandatario en su primera aparición ante la prensa desde las elecciones del domingo en las que su busca su cuarto mandato consecutivo.

El gobernante socialista acumula un 46,4% de los votos frente al 37,07% de su rival centrista Mesa, cuando faltan por escrutarse alrededor del 3% de los sufragios, según cifras oficiales. Para evitar el balotaje necesita más del 40% de los votos y una ventaja de 10 puntos respecto al segundo candidato.